El arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, ha hecho este jueves, Día del Corpus Christi, un llamamiento a los cristianos católicos "a socorrer a los necesitados con misericordia y liberalidad", en un mundo "en constantes desequilibrios y tantos hombres y mujeres dejados a su suerte".
Así lo ha afirmado monseñor Rodríguez durante su alocución bajo el Arco de la Sangre de la Plaza de Zocodover de Toledo, en el transcurso de la procesión del Corpus Christi, que un año más ha atraído a la ciudad a miles de personas para disfrutar de su fiesta grande.
El arzobispo ha indicado que "hay mucha gente que desea vivir en paz, sin hacer mal a nadie, pero sin que les alteren su vida" y, a renglón seguido, se ha preguntado "si podemos limitarnos los discípulos de Jesús a estas metas en la vida, cuando nuestro mundo está en constantes desequilibrios y tantos hombres y mujeres dejados a su suerte".
En el mismo contexto ha apuntado que "el gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualmente que brota del corazón cómodo y avaro".
Y ha apostillado: "cuando ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien".
Dicho esto ha invitado a reflexionar sobre "cuál es el verdadero Corpus Christi" y ha señalado que "honrar este Cuerpo (el de Cristo) es también evocar la responsabilidad que tiene la Iglesia de atender las necesidades de todas las personas, sean o no miembros explícitos de la Iglesia".
Anteriormente, durante la homilía que ha pronunciado en la misa pontifical del Corpus celebrada en la Catedral Primada en rito hispano-mozárabe, el arzobispo de Toledo ha llamado la atención sobre las opiniones que lee "con frecuencia" sobre la solemnidad del Corpus Christi, en las que, en ocasiones, no se alude a la celebración de la Eucaristía ni de cuál es su peculiaridad.
"Existe, pues, el peligro de fijar la atención en aspectos respetables, pero no los más importantes: que si la procesión tiene las características de un desfile cívico-religioso, que si la "Tarasca" y otros simbolismos, que si pecados y demonios, que si ornamentación de las calles, que si altares o no", ha reflexionado.
Y a continuación ha sentenciado: "sin duda, la procesión litúrgica del Corpus, tras la celebración de esta misa no es espectáculo, es la presencia de Jesucristo, que se prolonga por las calles y plazas, que recibe con alegría el pueblo cristiano; no es algo inmaterial, que cambie, es real".
Estas palabras han sido seguidas por las numerosas personas y autoridades, entre ellas el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que han asistido a la misa y luego participado en la procesión del Corpus Christi de Toledo, declarada de Interés Turístico Internacional y que cada año atrae a la antigua ciudad imperial a centenares de visitantes.
