La Catedral Primada de Toledo ha acogido hoy los actos con los que la Archidiócesis toledana ha celebrado el centenario del nacimiento del que fue su arzobispo durante más de 23 años, el cardenal Marcelo González Martín, cuyos restos mortales descansan en el citado templo.
El que fuera secretario particular del cardenal durante 43 años, Santiago Calvo, ha ofrecido la ponencia "Don Marcelo de cerca", en la que ha hablado sobre el amor que González Martín profesaba a la Iglesia y su gran afición a predicar el evangelio.
Y posteriormente, el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha presidido la misa funeral en sufragio por su alma, según ha informado el arzobispado en una nota de prensa.
Junto a Rodríguez, han concelebrado la misa el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio; el obispo de León, Julián López; el obispo de San Sebastián, José-Ignacio Munilla; el obispo auxiliar de Toledo, Ángel Fernández; y los obispos eméritos de Segovia y de Orihuela-Alicante, Ángel Rubio y Rafael Palmero.
En su homilía, que han seguido 150 sacerdotes y el cabildo primado, el actual arzobispo de Toledo y primado de España ha hecho hincapié en la visión que Marcelo González tenía del Seminario.
Y ha subrayado que, "según su pensamiento, el Seminario es una realidad -institución, lugar, tiempo, método, todo a la vez- que la Iglesia utiliza para que siga habiendo sacerdotes".
Es decir, "que de un modo u otro tendrá que existir siempre el Seminario, si queremos que haya sacerdotes, porque éstos no nacen ni se improvisan; se han de preparar debidamente; luego tendremos que formarlos como la Iglesia quiere y dispone".
A juicio de monseñor Rodríguez, éste es el origen de la "abundancia" de sacerdotes en Toledo desde los años 70, "si pensamos cuantos han faltado en tantas diócesis por crisis de vocaciones", ha recalcado.
Dicho esto, el arzobispo de Toledo ha indicado que, "nunca hay abundancia de sacerdotes pero ciertamente es bueno que existan esas condiciones de vida cristiana buena en parroquias y grupos cristianos que permitan al Seminario desplegar su capacidad formativa con adolescentes y jóvenes seminaristas".
Y se ha hecho eco de las palabras pronunciadas por Marcelo González en 1991: "no hay mayor alegría para el pastor de una diócesis que contemplar el continuo florecer y madurar de las vocaciones sacerdotales bajo la siembra de su palabra y con la generosa colaboración del Presbiterio diocesano".
Rodríguez también se ha acordado en su homilía de otro arzobispo toledano, el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, "cuyo quinto centenario de su muerte estamos celebrando desde el 8 de noviembre 2017", ha recordado.
Y ha subrayado que "aunque las épocas no se intercambian, el arzobispo que nació en Villanubla (Valladolid) comparte con Cisneros el sentido de responsabilidad histórica y eclesial en el momento de desempeñar su ministerio episcopal, por las decisiones tomadas en su gobierno", ha aseverado.
