Acusado tráfico de drogas creyó que iba a recoger un remedio contra alopecia

Los dos individuos acusados de tráfico de drogas y detenidos en Toledo tras acudir a una empresa de mensajería a recoger unos bidones con un líquido con cocaína diluida han negado hoy que conocieran su contenido y uno de ellos ha dicho que pensaba que era un "remedio contra la caída del cabello".

Durante el juicio celebrado hoy en la Audiencia de Toledo la fiscalía ha mantenido su petición de pena de nueve años de prisión y una multa de un millón de euros para cada uno de los acusados -Edgar B.R. y Silvio Dario M.D-, de nacionalidad paraguaya.

Los hechos ocurrieron la tarde del 10 de enero de 2013 cuando los acusados fueron a las oficinas de una empresa de mensajería a recoger los bidones, que contenían un aceite que se usa en cosmética, cuyo destinatario era Edgar y cuya entrega estaba controlada por la policía de Aduanas tras una autorización judicial.

Durante su declaración, Edgar ha dicho al tribunal que acudió a recoger este envío a petición de un tal Oscar, un paisano suyo que no podía desplazarse a recoger los paquetes y que por hacerle este favor le iba a "prestar" 500 euros para que pudiera irse a su país.

Por su parte, el otro acusado, Silvio Dario, ha indicado que se limitó a llevar en su coche a Edgar hasta la empresa de mensajería, situada en el Polígono Industrial de Toledo, porque se lo pidió el otro acusado, con quien coincidió en la Puerta de Bisagra de Toledo.

Uno de los policías que ha comparecido como testigo ha reconocido que el tal Oscar, que estaría en paradero desconocido, es un individuo fichado por la policía y que cuando trasladaron los bidones al aeropuerto de Barajas hasta Toledo observaron un vehículo que estuvo haciendo labores de vigilancia y cuya propietaria era la mujer del sospechoso desaparecido.

En sus conclusiones, el fiscal ha pedido al tribunal que si tuviera dudas respecto a la autoría de Silvio Darío, lo consideren como cómplice del delito.

La defensa, por su parte, ha solicitado la libre absolución para ambos porque la acusación no se basa en ninguna prueba, sino en solo sospechas y conjeturas y ha cuestionado la cadena de custodia de los bidones, que habrían sido manipulados.

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