Según recoge El Televisero, ‘Viva La Vida‘ ha empezado este sábado de una forma especial con motivo de la boda del hijo de Carmen Borrego. Con una mesa redonda en mitad del plató emulando el convite, Emma García y sus colaboradores – todos vestidos de gala- han arrancado un programa volcado en la cobertura del enlace del nieto de María Teresa Campos.
Sin embargo, como hay una exclusiva de por medio con una revista, el blindaje es absoluto para intentar que se filtre la menor información posible. Aunque los organizadores de la boda no han ordenado retirar los móviles a los invitados, sí que lo harán en el caso de los empleados del lugar donde va a tener lugar la celebración.
Además, el complejo que alberga este evento multitudinario está flanqueado por grandes muros y vegetación. De manera que se hace mucho más difícil todavía captar imágenes o momentos noticiables en primicia. No obstante, el programa de Cuarzo ha intentado buscar una solución in extremis.
Y esa solución ha pasado por contratar una grúa con una plataforma en la que se tenía que elevar un colaborador para, con la ayuda de un telescopio, narrar lo que su vista alcanzara. El elegido para realizar esta intrépida misión no ha sido otro que José Antonio Avilés.
En ese momento, cuando Emma García ha comunicado la decisión de la dirección al controvertido tertuliano ha hecho una clara pero indirecta alusión a Diego Arrabal. Realmente no le ha mencionado pero sus palabras han ido dirigidas al paparazzi, recientemente despedido de Telecinco por el uso que hacía de su canal de YouTube.
«Un beso a nuestro compañero, que le tenemos muy presente», se le ha escuchado a la presentadora. Y es que Emma ha recordado la boda de Belén Esteban con Miguel Marcos y cómo Arrabal se implicó mucho en aquel momento para obtener imágenes en exclusiva de la ceremonia para ‘Viva La Vida’.
Unas palabras de la comunicadora vasca bastante significativas y que dejan a las claras que entre el equipo del programa de fin de semana de Telecinco notan bastante su ausencia y le echan en falta. Sin duda, una generosa muestra de cariño hacia el fotógrafo.
