Según recoge Vanitatis, a pesar de que el misterio en torno a los vestidos elegidos por las presentadoras para ponerse al frente de las campanadas siempre está en el aire, el estilo de Ana Obregón no solo se encuentra definido por el hecho que marcó su vida para siempre, sino que a su vez la socialité ha hecho de él una imagen completamente reconocible y personal.
Por ello, un año más ha decidido no salirse de su tónica habitual y rendir homenaje desde el balcón de la Puerta del Sol a su pequeño Aless al enfundarse en un vestido blanco, su color elegido para manifestar su estado de luto, acompañado por joyas de Rabat y zapatos de vinilo y cristales de Swarovski de Magrit.
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El modelo largo, como bien había avanzado la protagonista semanas antes, se encuentra realizado por el diseñador alicantino Rubén Hernández, que ha encontrado su inspiración base para la confección de esta pieza en la década de los años 50. Bajo este aire clásico, Ana Obregón ha recibido a los espectadores de Televisión Española con una sensual y sofisticada prenda, confeccionada en georgette con incrustaciones de micro paillettes nacaradas que conseguían un verosímil efecto de segunda piel en un marcado escote corazón prolongado hasta la cintura.
De esta manera, comprendíamos la descripción adelantada que la también bióloga había realizado para Vanitatis horas antes del gran momento. “Os confirmo que le he pedido un vestido sin aberturas, sin transparencias, quiero que lo importante que se vea en ese momento sea mi corazón. Será un vestido lleno de magia y pureza, para una noche tan especial. Él es un gran diseñador que sabe captar las emociones a la perfección, con lo cual el vestido será una prolongación mía con un claro mensaje de que... siempre el menos es más”, nos aseguraba.
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Ahora todo cobra sentido. Su objetivo era llegar al alma de los españoles con su emocionante discurso y no a través del diseño escogido. Un fin recogido a la perfección por Rubén Hernández, el cual define la pieza como “elegante y atemporal”. Además, el alicantino destaca la sobrecola en corte capa, realizada en el mismo tejido del vestido, que tiene como detalle unos bordados artesanales en hilo de seda y cristales de Swarovski.
“La creación ha sido realizada de manera totalmente artesanal durante varios meses de trabajo en mi taller. Sin duda tenían que estar presentes los bordados, que son una de las señas de identidad de mi firma”, nos explica.
Por otro lado, el diseñador ha querido desvelar una curiosa información durante su entrevista a nuestro medio: existía otro vestido hasta el último momento. “Hemos realizado varios bocetos de los que Ana eligió cinco y con ellos se han ido haciendo las pruebas hasta decidir el look final. Hemos tenido hasta última hora dos propuestas y ella ha participado activamente en todo el proceso creativo de los diseños. Ha sido difícil elegir”, afirma.
Más allá de los secretos guardados en el atelier del alicantino, este diseño se ha convertido en una especie de homenaje para ambos, que no pudieron mostrar sobre el balcón de la Puerta del Sol el resultado final el pasado 2021 debido al positivo por coronavirus de la también actriz que le impidió presentar las campanadas. Es así como Ana Obregón y Rubén Hernández han cerrado un ciclo mágico en sus vidas de la manera más especial posible.
SU MENSAJE AL CIELO
Ana Obregón, emocionada, ha recordado este fin de año a sus padres y su hijo Aless en las campanadas: "Besos al cielo; ha dicho la actriz al despedir este año en compañía de Los Morancos
Ana Obregón ha brillado esta Nochevieja en compañía de Los Morancos despedir este 2022 desde la madrileña Puerta del Sol con emoción, tras dejar atrás doce meses muy difíciles, marcados por la pérdida de su padre, al que ha tenido muy presente en su recuerdo, al igual que a su madre, que perdió la vida en 2021, y a su hijo Aless Lequio.
"Hay tres personas que me están viendo desde un sitio privilegiado. Son las personas que más quiero en el mundo: mi padre, mi madre y mi hijo. Desde hace casi tres décadas tengo la suerte de estar en el balcón y desde aquí siempre les he mandado un besito a casa. Y hoy, si me perdonáis, quiero mandarles un beso al cielo", ha dicho.
"Mi deseo fundamental es pedir más dinero para investigar el cáncer porque salva vidas. A todos estos héroes que luchan cada día le mando todo mi cariño. También quiero que el 2023 sea el año del amor y que esta guerra tan horrible termine". añadió. No han faltado palabras de cariño para sanitarios o fuerzas del orden.
Estas campanadas, especialmente complicadas para ella, ha sido emotivas hasta decir basta. "Me ha costado mucho decidirme a darlas, porque se me hace muy duro".
La ausencia de Anne Igartiburu, tras diecisiete años ocupando un puesto en el balcón de TVE, ha marcado la noche, Obregón, con vestido color blanco ha homenaado a su hijo Aless y a la moda española: Rubén Hernández, uno de sus diseñadores preferidos, encargado de su vestido el año pasado, cuando se ausentó por covid, la ha vestido esta vez.
