Según recoge la revista Lecturas, inseparables, esa podría ser la definición perfecta para resumir la noche que la audiencia le regaló a Adara y Gianmarco. Aunque la velada no empezaba como ella hubiera soñado, poco a poco y gracias a las explicaciones pertinentes el italiano se fue fundiendo a las miradas cómplices de la joven quien según le confesó a sus compañeras parece tener muy claro quien es el dueño de sus sentimientos.
Fue ella misma quien deseó públicamente poder pasar la noche con su compañero y sus deseos fueron órdenes y con más de un 70% de los votos, Gianmarco entró en la casa. La primera toma de contacto fue algo fríapor parte del italiano y ella lo notó. "¿Qué te pasa?", insistía Adara, una pregunta que el joven no tardó en responder y le comentó todo lo mal que lo había pasado y lo confundido que estaba por los bandazos de la joven:"Un día Hugo, otro día Gianmarco... me vas a volver loco", sentenciaba.
Adara le pide que le mire a los ojos: "Tú sabes lo que siento con solo mirarme", pero a la vez le suplica que entienda su situación. El italiano se hace de rogar: "Siento que has jugado con mis sentimientos", una declaración que la concursante niega de manera tajante: "No es así, entiéndeme".
Ya dentro de la casa, con el paso de los minutos, Gianmarco y Adara van acortando distancias. Vuelven las miradas intensas, risas nerviosas y las caricias en el pelo.Finalmente, se funden en un cariñoso y sentido abrazo con el que la joven pretende que el italiano borre cualquier signo de rechazo hacia ella... y parece que lo consigue.
Gianmarco le repitió en varias ocasiones que fue el beso que se dio con Hugo el pasado jueves lo que le hizo mucho daño, "mis miedos se hicieron realidad aquel día", revelaba sin dejar de mirar a la joven a los ojos. En ese momento, Adara se apresuró a explicar que fue el padre de su hijo quien la besó y a ella le parecía "muy feo" rechazarlo: "Ni siquiera me había besado así cuando nos despedimos en el aeropuerto", confesaba.
Adara ha contado con el apoyo de sus compañeras en todo momento, tanto Mila como Alba Carrillo la han incitado a que sienta y sea feliz porque de esa manera será feliz su bebé. Todas cuentan como es palpable la pasión que hay entre ellos: "Tienes las cosas más claras de las que dices, pero estás cagada. Ni se te ocurra someterte a nadie por un hijo. Tienes que estar con alguien por amor", zanja Alba.
La pareja estuvo hablando hasta bien entrado el día, ambos querían dormir juntos en la habitación clausurada -para rememorar viejos tiempos-. Finalmente, Gianmarco totalmente volcado en su futura relación retoma el plan que tenían de que ella le enseñe las luces de Navidad de Madrid, un plan que parece hacer mucha ilusión a la joven que le responde con un si rotundo.
