Kiko Matamoros, otra víctima de María Patiño, y no es la única: amplio currículum
Un artículo de Jesús Manuel Ruiz publicado en exclusiva en EsDiario
Quien fuera uno de los colaboradores fundamentales del extinto programa Sálvame ha dicho adios a una étapa con sus antiguos compañeros. El pasado viernes Kiko Matamoros se despedía, y parece ser que para siempre, del programa No somos nadie del canal Quickie que se emite en TEN.
Fue el propio protagonista de la noticia quien anunciaba a finales de la semana pasada que se marchaba del programa. Una decisión que había tomado tan sólo unas horas antes. Los hechos acaecidos en la tarde del jueves fueron muy graves. La presentadora María Patiño lo acusaba de machista, una vez más. El hartazgo de Matamoros llega a su fín. Y se fue.
"Machista tú. Con tus antecedentes machistas", fue la frase que desencadenó la partida de Kiko Matamoros. Una frase muy peligrosa en los tiempos que corren con el falso feminismo o hembrismo. Quizás la gallega sevillana estaba pensando en algún político del PSOE y le falló el punto de la diana donde tirar. Esos políticos que apoyaron el proyecto de Rocío Carrasco y ahora son presuntos agresores sexuales. Algunos ya han dimitido.
Quien conoce a Kiko Matamoros puede asegurar lo que pensaría el colaborador de las palabras de Patiño. Lo de María es un estilo castrante, autoritario y sectáreo. El saliente colaborador no se ha dejado arrastrar por las dos abanderadas del nuevo feminismo, María Patiño y Carlota Corredera en La Osa Producciones y no pretende darles munición.
María Patiño ya sacó la patita con el documental de Rocío, contar la verdad para seguir viva y mutó en una presunta María Pita, una heroína de la defensa de La Coruña contra la Invencible Inglesa. Quizás esa mutación sea cuestión de los genes gallegos. Lejos de la realidad, no hace falta tal comparación.
La partida de Kiko Matamoros deja un hueco en la dirección de David Valldeperas. El ex colaborador aportaba algo diferencial al programa. Al menos sabe conjugar y diferencia el verbo “Haber” y diferenciarlo de “A ver”. Y no hablamos del verbo Roer. El pensamiento único en el programa es una herencia de los últimos años de Sálvame. O se piensa así o se ataca. Es la estrategia para fusilar antes de despedir. No hay otra. Los últimos derroteros con el machismo de María Patiño apuntaban claramente a algo sucio. Y el colaborador ha dicho no. No es la primera víctima. A su espalda -que no espaldas- cuenta con más curriculum.
