Según recoge LA RAZÓN, no se lo explica, pensaba que por ser ‘la princesa del pueblo’, su legión de súbditos no le dejaría en la estacada, pero según van avanzando los días, ‘Lo de Belén’, la sección que presenta Belén Esteban, se hunde entre bajas audiencias.
El experimento no da resultado, ni la de San Blas ha sido el revulsivo necesario para impulsar al nuevo ‘Sálvame’. Su nerviosismo, incluso su incapacidad para leer en condiciones lo que le apuntan delante de sus ojos, sus equivocaciones y su inseguridad se han convertido para ella en un suplicio de difícil resolución.
Parece que a Belén Esteban le cuesta reconocer que su etapa de gloria pasó a la historia. Los gustos son distintos a los de antaño, cuando “triunfaba” arremetiendo contra su ex, Jesulín, y María José Campanario.
Ellos la ignoran, ya no entran al trapo de sus improperios, y Belén se pierde cuando le toca hablar de temas conflictivos de los que no entiende.
Si ‘Sálvame’ quiere remontar, debería utilizar otros recursos y secciones de mayor impacto que ‘Lo de Belén’, mal que le pese a la tertuliana de Paracuellos, la localidad en la que reside junto a su pareja, Miguel Marcos.
