Según recoge Informalia, hay nervios en el ambiente televisivo y a la mínima salta el conflicto de la oscuridad de los pasillo al exterior, donde el público puede verlo y atisbar la guerra que se libra desde hace meses entre dos productoras del ámbito de Mediaset, es decir, la del desaparecido Sálvame, y la de Ana Rosa Quintana, que está a menos de 24 horas de poner rumbo al liderazgo de lar tardes.
Ese es al menos su objetivo. Frente a ella, en Antena 3, su ex alumna Sonsoles Ónega, que la espera a puerta gayola como hacía El Cordobés cuando le salía un Mihura de los gordos. En La 1, Jordi González, que aún tardará en llegar unos días. Nos cuentan que todos, incluido el equipo de Sonsoles, andan algo nerviosos. Pero no solo entre cadenas rivales hay lío. En Mediaset el fuego amigo abrasa.
De fondo, los equipos de los contendientes que se juegan mucho en esta batalla. Para calentar, Joaquín Prat, del equipo Ana Rosa, lanzaba este domingo en El País un dardo claro hacía el defenestrado Sálvame, programa que ha sido sustituido por el de su jefa: "Ana Rosa me enseñó que nunca debe perderse la elegancia. El histrionismo de Sálvame termina cansando", dice el hermano de Alejandra Prat (quien por cierto juega en el equipo de Sonsoles).
No ha tardado en contestarle una de las presentadoras de La Fábrica de la Tele, o sea, del equipo perdedor, el que producía el formato conducido por Jorge Javier, quien estos días se arrastra en el acess prime time con unos Cuentos Chinos que, si no desaparecen, pueden acabar con Mediaset porque registran audiencias raquíticas.
Nunca me ha gustado el color gris. Es triste e indefinido. Buenos diaaaas
— Maria patiño (@maria_patino) September 17, 2023
"Nunca me ha gustado el color gris. Es triste e indefinido. Buenos días", dice Patiño en su cuenta de X para describir a un Joaquín Prat que considera que TardeAr "marcará un punto de inflexión" y que "Sálvame es historia de la televisión por su innovación", dice. Para luego añadir, como decíamos, que "el histrionismo es como el que se compra un coche amarillo. Le encanta, pero a los dos días está de él hasta los cojones. Si se hubiese comprado uno gris, le duraría más años".
La vedad es que el coche amarillo les duró a Jorge Javier y a Patiño 14 años, que no está mal. La cuestión es que este intercambio de golpes precede al estreno este lunes de Ana Rosa Quintana en las tardes, tal vez el último cartucho de la nueva Mediaset post Paolo Vasile, que no ha dejado de encadenar fracasos estrepitosos.
Joaquín Prat acaba de tomar el relevo de Ana Rosa desde las 11 de la mañana (antes, está Ana Terradillos con La Mirada Crítica) y los datos no son apabullantes a su favor. Susanna Griso se le acerca peligrosamente y ya ha llegado a hacerle el sorpasso en alguna ocasión, en coincidencia horaria.
TardeAR se asoma este lunes a Telecinco con la esperanza de salvar a la cadena y levantar la franja comprendida entre las 17:00 y las 20:00 horas, convirtiéndose en referencia de las tardes como lo fue durante casi una década y media Sálvame.
El mercadeo de descalificaciones no es nuevo. Durante las últimas semanas de Sálvame, en el programa se chotearon hasta la saciedad de Mediaset en general y de El Programa de Ana Rosa en particular, llegando a hacer literalmente la burla de la mesa del corazón de matinal de Unicorn Content imitando con coña el tono de algodón de azúcar que según ellos utilizan en ese espacio.
Pero no hace falta ir tan lejos: Jorge Javier en su porimer programa también atacó a sus sucesores: "Probablemente, vayan a la cárcel por haber aburrido a la audiencia de esa manera", dijo. Sandra Barneda y César Muñoz, que estarán de teloneros de AR desde este lunes, le contestaron: "¿Tú crees que hemos sido sosos? Yo creo que no, creo que nos lo hemos pasado muy bien".