ENTREVISTA

Carme Chaparro: 'Doy las noticias como si las estuviera contando a un amigo'

Carme Chaparro: 'Doy las noticias como si las estuviera contando a un amigo'
photo_camera Carme Chaparro: 'Doy las noticias como si las estuviera contando a un amigo'

Después de diecinueve años presentando informativos en Telecinco, Carme Chaparro cambia de cadena a partir de mañana sin dejar "su casa", Mediaset, y ahora dará las noticias a los espectadores de Cuatro con su estilo, "como si se las estuviera contando a un amigo", destaca en una entrevista con Efe.

La periodista salmantina -criada en Barcelona- da el salto a los informativos de mediodía de Cuatro tras más de una década en los de fin de semana de Telecinco, si bien reconoce que este cambio va a ser más chocante para los espectadores que para ella, pues tan solo se mueve "tres metros más allá".

Este cambio de horario para ella es un "regalazo de Reyes" y una "gran responsabilidad", añade.

PREGUNTA: ¿La televisión es el medio en el que se encuentra más a gusto o le gustaría probar otros?

RESPUESTA: Es el medio en el que llevo más de veinte años. Cuando estudiaba ya trabajé en una televisión local y luego estuve en TV3.

Pero estoy en otros sitios, escribiendo para Yo Dona, por ejemplo, y también he hecho radio.

La tele es mi medio principal, en el que me siento más cómoda porque me gusta contar las cosas ante una cámara, me gusta organizarlo y escribirlo. Dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo, y la experiencia es un grado en esto.

P: ¿Cómo afronta este cambio de canal?

R: En realidad, el espectador lo va a percibir más porque para mí es irme tres metros más allá, físicamente y literalmente es así. Las redacciones de Telecinco y de Cuatro, aunque trabajemos con equipos por separado, están juntas, en la misma planta.

Voy a estar trabajando al lado de las personas con las que llevo veinte años compartiendo profesión.

Es una gran responsabilidad que me ofrezcan pilotar sola un informativo, a las 14:00 horas, cuando todo está pasando, en el que tienes que estar muy ágil y despierto para improvisar mucho. Es un regalazo de Reyes.

P: ¿Será más importante el cambio de horario que de cadena?

R: Llevo trece años trabajando fines de semana. Excepto en vacaciones, no desayuno con mis hijas ni con mi marido, no comemos ni cenamos juntos. Me iba de casa a las 8 de la mañana y llegaba a las 10 de la noche los sábados y domingos.

Igual ahora voy a tener que hacer terapia para volver a un ritmo normal, salir a la calle un sábado y encontrarme gente en la cola del supermercado.

P: ¿Cuál es la fórmula para mantener el nivel de unos buenos informativos y con audiencia?

R: El informativo es un transatlántico. Así como un programa de entretenimiento de repente en un par de emisiones puedes ver si funciona o no, el informativo es más lento. Los cambios se van notando poco a poco con el paso de los meses o incluso de un año o dos.

Le puedes imprimir tu ritmo, tu manera de contar las cosas, pero es lento. Lo más importante es la sinceridad y la naturalidad, es decir, no fingir, contar las cosas como uno cree que las tiene que contar, como si se las estuvieras contando a un amigo.

P: ¿Prefiere dar las noticias detrás de una mesa o de pie y moviéndose por un plató?

R: La televisión, aunque nos olvidamos muchas veces, es la imagen y el sonido que la acompaña. Cuanto menos protagonismo tenga el presentador mucho mejor porque tiene más protagonismo la imagen.

Más que la palabra presentador de informativos me gusta más conductor, lo que hacemos es conducir a la gente por la actualidad del día.

P: ¿Alguna vez se ha sentido discriminada en su trabajo por ser mujer?

R: No me he sentido nunca discriminada en Mediaset, ni por mi edad ni por ser mujer.

El año que viene cumplo 44 años. Si en mi cadena hubiera algún tipo de discriminación, por la edad por ejemplo, igual ya me hubieran cambiado por alguien más joven.

Al contrario, ahora me promocionan de esta manera, me cambian a un informativo que muchas veces es el programa más visto de Cuatro, y necesitan a alguien allí que demande mucha energía y frescura.

P: ¿Le gustaría probar suerte en una cadena pública?

R: Es que Mediaset es mi casa, entré a los cuatro meses de graduarme en Periodismo. Estoy tan contenta con la manera en la que trabajo, pues nunca nadie me ha dicho cómo tengo que contar las cosas ni lo que tengo que contar o no, que no me veo en otro sitio.

P: ¿La audiencia está por encima de otras cosas?

R: Procuramos que no nos afecte, pero es cierto que al día siguiente recibimos unas curvas de audiencias, con el minuto a minuto de cómo ha evolucionado cada noticia que tú has contando.

Lo que pasa es que intentamos es que no nos influya como periodistas, es decir, si tú consideras que hay que contar una historia que es importante hay que contarla.

Por ejemplo, con la gran crisis de los refugiados, en el verano de 2015 empezamos a recibir imágenes de decenas de miles de personas cruzando Europa a pie. No funcionaba de audiencia, la gente no quería verlo. Aún así decidimos mantenerlo porque era un tema de actualidad.

Otra cosa es que usemos las armas de la televisión en el sentido de imagen, sonido, vídeos más cortos, declaraciones más contundentes, para dar más ritmo.

P: ¿No siente que se puedas quemar como presentadora?

R: Lo tiene que decidir el público. Me han emocionado muchísimo las muestras de cariño que he recibido por las redes sociales después de que el otro día me emocionara al despedirme del informativo de Telecinco. Me inundaron a mensajes, que me siguen llegando y que me hace pensar que la gente esta ahí.

Cuando decidan que no les gusto, que no lo hago bien, pues se verá.

P: ¿Cuál es el peor momento que ha tenido como presentadora?

R: Sin duda cuando asesinaron a nuestro compañero José Couso en Irak. Mi marido acababa de salir de allí, había estado cubriendo la guerra con él. Nos dijeron que Couso había muerto cinco minutos antes de entrar en plató. Contar que ha muerto un compañero para mí es lo más duro que me ha pasado.

Lamentablemente nos toca contar cosas muy duras, tienes que ponerte una especie de escudo; siempre digo que lloramos cuando acaba el informativo.

P: ¿Y el momento del que más orgullosa se sienta?

R: Puede parecer que para mí es un orgullo haber hecho programas de sucesos terribles, pero los grandes informativos que te toca hacer son cuando suceden hechos que pasarán a la historia.

Los atentados de París, las elecciones, el 11S, el 11M... Lamentablemente también me toco vivir en plató en directo los dos últimos atentados con víctimas mortales de ETA: los dos guardias civiles asesinados en Mallorca y los dos asesinados en el aeropuerto de Barajas.

No estoy orgullosa de que hayan pasado esas cosas, al contrario, es terrible. Pero estamos contando parte de la historia, y la historia es dura.

Solo hay un día en los 365 días del año en el que tú como periodista te levantas sabiendo que vas a contar algo bueno, que es el día del Gordo de Navidad.

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