Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil han liberado a una mujer de 25 años de origen brasileño secuestrada en un piso del distrito barcelonés de Sants-Montjuïc y que sufría maltratos y agresiones sexuales.
Según ha declarado este martes a los medios el inspector Cristòfol Bonet, encontraron a la mujer con "moratones y en un estado de 'shock' y estrés muy grandes" en el piso de una presunta organización dedicada al cultivo y tráfico de marihuana para un club canábico de Sant Adrià de Besòs (Barcelona) y su exportación a Italia.
La investigación ha durado medio año y ha comportado la detención de cinco hombres: dos italianos, dos españoles y un holandés como presuntos miembros de una red criminal dedicada al tráfico de drogas y fraude del fluido eléctrico, y los dos primeros por detención ilegal, maltrato y agresión sexual.
Empezaron a investigar el 27 de diciembre después de que la mujer alertara a una amiga que vivía en Londres (Reino Unido) desde una app de mensajería instantánea con la tableta que había descuidado uno de sus captores que no estaba en casa, y conectada al wifi de un hotel cercano: recibieron el aviso a la vez Mossos y Guardia Civil.
La amiga avisó a la familia de la víctima, que advirtió a las autoridades brasileñas y estas, a su vez, avisaron a los Mossos a través del Consulado.
Los agentes la encontraron en el piso con lesiones en cara y cuerpo, estrés emocional agudo como consecuencia de las palizas y amenazas, y agresiones sexuales, por lo que fue trasladada a un hospital barcelonés.
CULTIVO DE MARIHUANA
Además, en el piso encontraron un cultivo ilegal de marihuana con 209 esquejes, diez kilos de marihuana y dos de hachís, 1.375 euros, material para manipular las sustancias y documentación sobre otra plantación en una nave industrial de Montcada i Reixac (Barcelona).
En el registro de esta nave se intervinieron otras 1.024 plantas de marihuana y 300 gramos preparados para su distribución, y en otro piso encontraron dos kilos y medio de marihuana y 530 de hachís preparados para ser distribuidos.
Los agentes comprobaron que los miembros de la organización eran los responsables de la asociación canábica Sant Adrià de Besòs, que registraron junto a otro piso en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) y un trastero de Barcelona donde encontraron "más sustancias estupefacientes, dinero y utensilios", ha informado Bonet.
La investigación ha determinado que el jefe de la organización, de nacionalidad italiana, presuntamente se trasladó con la víctima a Barcelona después de iniciar una relación con ella, y al llegar a la ciudad le restringió la movilidad y las comunicaciones con el exterior, la hacía trabajar en el cultivo de marihuana y la amenazaba y agredía.
