El joven sirio detenido iba a adquirir armas y chalecos antibalas y era experto en fabricar explosivos

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha informado este lunes de que el joven de origen sirio detenido el pasado viernes en Málaga por la Guardia Civil pretendía adquirir armas y chalecos antibalas en España. La investigación lo señala como un "gran experto" tanto en el uso de armas como en la fabricación de explosivos.

Así lo ha asegurado Zoido en la rueda de prensa que ha ofrecido en Sevilla para informar de los temas tratados con sus homólogos de Marruecos y Portugal en el marco de la reunión del G4. También ha subrayado que el joven, de origen sirio y residente en Dinamarca, mostraba un grado de radicalización "extrema" y una "férrea adhesión" al grupo terrorista Daesh.

Y es que, según el ministro, el detenido, para el que la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ya ha decretado este lunes su ingreso en prisión por integración en organización terrorista, habría formado parte del Daesh como excombatiente en Siria, desde donde habría retornado tras haber estado tres años combatiendo.

Asimismo, ha señalado que el joven es "un gran experto" tanto en armas como en la fabricación de explosivos, así como que se encontraba en España para eludir una sentencia en Dinamarca por la que estaba condenado a prisión y la cual debería haber empezado a cumplir el pasado 15 de junio.

Con respecto al nivel de radicalización, Zoido destaca que después de haber estado combatiendo en Siria seguía siendo "muy alta", a la vista de sus publicaciones en redes sociales como Facebook o en su canal de YouTube, donde utilizaba de manera "explícita" simbología del grupo Daesh.

En este sentido, el ministro ha agradecido a la Policía Nacional y a la Guardia Civil la lucha frente al terrorismo, ya que "han sido capaces de adaptarse al 'modus operandi' que tiene el terrorismo yihadista", al tiempo que "están siendo ejemplo a seguir por el resto de las policías de la Unión Europea en cuanto a prevención", que es la que ha permitido que se hayan detenido a más de 170 terroristas yihadistas, de los cuales más del 90 por ciento están en prisión de forma preventiva o con sentencia condenatoria.

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