Según recoge Informativos Telecinco, Charlie Wagstaff, de un año y oriundo de Hampshire, Reino Unido, podría morir por el mero hecho de quedarse dormido. Es la grave consecuencia de la enfermedad rara que padece, la cual provoca que su sistema nervioso central no controle adecuadamente su respiración. Por ello, tiene que vivir conectado a una máscara de respiración asistida, una circunstancia que le está provocando problemas añadidos como deformidades en su rostro. Por ello, se ha impulsado una campaña solidaria en busca de una máscara a medida que ayude en su durísima batalla contra la enfermedad, conocida como Síndrome de Hiperventilación Central Congénita.
El pequeño Charlie Wagstaff, oriundo de Hampshire, Reino Unido, sufre una enfermedad rara que solo padecen 1.000 personas en el mundo. Su nombre científico es Síndrome de Hiperventilación Central Congénita, –CCHS, por sus siglas en inglés–, y es la causa por la cual Charlie, de un tan solo un año, pueda morir por el mero hecho de quedarse dormido, tal y como informa Daily Mail. Ello se debe a que esta enfermedad es un trastorno del sistema nervioso central que provoca que éste no regule adecuadamente la respiración. Por ello, y a diferencia de lo que le sucedería a una persona sana, éste no responde cuando sus niveles de dióxido de carbono en sangre se incrementan y cuando posee una concentración baja de oxígeno; una circunstancia que obliga a monitorizar estos valores continuamente y a que viva conectado a una máscara de respiración asistida cada vez que se queda dormido.
Más allá, este grave problema no es el único al que se enfrenta Charlie. El hecho de tener que usar continuamente la máscara ha provocado que esté experimentando deformidades en su rostro, que ha visto atrofiado su desarrollo. Por esta circunstancia, sus padres están recaudando dinero gracias a la iniciativa solidaria impulsada por unos amigos a través del portal ‘Just Giving’ y la ayuda desinteresada de todas aquellas personas que se han sentido conmovidas por la causa, con el propósito de conseguir una máscara a medidapara el pequeño que permita que su rostro se desarrolle adecuadamente y le ayude diariamente en su batalla contra la enfermedad rara que padece.
Afortunadamente, la campaña ha sido todo un éxito y ya han sobrepasado la meta de las 3.000 libras (3433,80 euros), que emplearán para viajar a Dinamarca y adquirir la nueva máscara que necesita.
