Cuatro voluntarios octogenarios de Protección Civil resaltan la "satisfacción" de ayudar

Castilla-La Mancha cuenta con más de 3.600 voluntarios de Protección Civil organizados en 231 agrupaciones, y en vísperas del Día Internacional del Voluntariado, que se conmemora cada 5 de diciembre, estos cuatro veteranos cuentan sus experiencias

Voluntarios de Protección Civil Castilla-La Mancha llevaron a cabo 2.300 actuaciones en 2016
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Celestino y Federico son los más jóvenes, cumplirán 80 años en 2019; Valentín celebra 83 este mes de diciembre, y Luis llegará a los 85 el próximo mayo. Son cuatro activos voluntarios de Protección Civil en Castilla-La Mancha que acumulan una larga trayectoria y a quienes mueve "la satisfacción de ayudar" a los demás.

Castilla-La Mancha cuenta con más de 3.600 voluntarios de Protección Civil organizados en 231 agrupaciones, y en vísperas del Día Internacional del Voluntariado, que se conmemora cada 5 de diciembre, la Agencia Efe ha charlado con cuatro veteranos, que han contado su experiencia y las particularidades de su actividad.

Luis Maciá era el jefe de bomberos de Almansa (Albacete) cuando, allá por 1984, un concejal le propuso poner en marcha la agrupación de Protección Civil. "Le dije cuenta conmigo", y hasta ahora.

Además de Almansa, puso en marcha las agrupaciones de Fuente Álamo, Caudete y Alpera, e instruyó a los voluntarios sobre incendios urbanos industriales e incendios forestales, sobre todo, para que pudieran ayudar a los bomberos ante alguna tragedia.

En mayo de 1991 se jubiló del trabajo, pero no de Protección Civil "y he seguido haciendo servicios hasta ahora, el último creo que fue la media maratón de Almansa", recuerda.

Tiene clara su valoración de estas tres décadas: "es la satisfacción de prestar un servicio a los demás, de echar una mano. Siempre te da una alegría ser útil a la sociedad, es algo grande y muy bonito", ha señalado.

Federico Vicente entró en la agrupación de Los Navalucillos (Toledo) cuando se jubiló de su trabajo como conductor de funeraria. "No hacía nada en casa y me lo propuso un compañero, lo hice y encantado de la vida", confiesa.

De todos sus trabajos en Protección Civil se siente satisfecho, aunque recuerda especialmente las búsquedas de personas perdidas en las que ha participado, una de ellas con un final trágico porque uno de los extraviados ya había fallecido cuando le localizaron, y era su amigo.

Federico ha sido "muy activo" en la agrupación, aunque ahora está enfermo y "casi retirado", pero recalca que en todas las acciones que ha participado "me he sentido satisfecho".

Valentín Díaz ya había pertenecido a Protección Civil de Madrid y cuando al jubilarse se marchó a vivir a Barajas de Melo (Cuenca) le ofrecieron aportar su experiencia para poner en marcha la agrupación.

Su especialidad son las curas, algo que había aprendido durante su vida laboral construyendo aviones en Getafe. Y esto le ha servido para ayudar a muchas personas, tanto si era un accidente casero, como le ocurrió a la suegra de un alcalde, como un herido en un encierro.

También ha dado muchos masajes a sus vecinos, algo que le ha gustado de siempre y que se le da muy bien. "Soy un hombre muy socorrista, así me parió mi madre. He ayudado a muchos", señala.

En el caso de Celestino Rodríguez, de Bogarra (Albacete), entró en la agrupación a comienzos de los noventa. Le llaman 'el abuelo' de Protección Civil y está dispuesto a colaborar siempre que le necesitan.

Celestino ha trabajado en el campo, pero como voluntario se ha recorrido media provincia, ya sea Alcaraz, Elche de la Sierra, Albacete, Hellín, Pozohondo o Socovo, ayudando en la organización de pruebas deportivas o encierros taurinos, por ejemplo.

"Yo seguiré hasta que me quieran llamar", señala este voluntario, el más joven de los cuatro, que cumplirá 80 años en septiembre de 2019 y que tiene la satisfacción añadida de que uno de sus tres hijos también forma parte de Protección Civil.

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