España recibirá en unos siete o diez días las primeras dosis de la vacuna Moderna

Illa descarta un confinamiento total pero avisa de que la evolución del Covid-19 es de "muchísima preocupación"
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante la rueda de prensa que ha ofrecido en la Delegación del Gobierno en Barcelona
photo_camera El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante la rueda de prensa que ha ofrecido en la Delegación del Gobierno en Barcelona

España recibirá en los próximos siete o diez días las primeras dosis de la vacuna de Moderna y la previsión que ha hecho el ministro de Sanidad, Salvador Illa, es que en las próximas seis o siete semanas se reciban 600.000 dosis.

En una rueda de prensa en la delegación del Gobierno en Cataluña ha explicado que la llegada de esta nueva vacuna no altera el plan de vacunación fijado y se seguirá vacunando a los ciudadanos en función de los grupos poblacionales ya establecidos, empezando por los mayores y el personal sanitario de primera línea.

Illa que ha mostrado "muchísima preocupación" por la evolución de los datos de la pandemia, ha restado importancia a los distintos ritmos de vacunación que existen entre las comunidades autónomas y se ha mostrado convencido de que todas están trabajando con el objetivo puesto en acelerar lo más posible el proceso.

Unas más rápido que otras, pero todas alcanzaran "la velocidad de crucero" porque "esto es una carrera de fondo no un sprint", ha señalado Illa al asegurar, además, que mantiene su pronóstico de que en torno al verano un 70 por ciento de los españoles habrán sido inmunizados.

La vacuna de Moderna, que funciona con dos dosis y cuesta menos de 30 euros, tiene la ventaja de que puede almacenarse en neveras convencionales incluso por encima del punto de congelación, mientras que la de Pfizer requiere sofisticados congeladores para mantenerla por debajo de los 70 grados bajo cero.

Esta vacuna, que fue autorizada este miércoles por la Agencia Europea del Medicamento, se trasladará a un almacén central del ministerio y de ahí se distribuirá "proporcionalmente y equitativamente a las comunidades autónomas", ha dicho.

Los laboratorios Rovi tienen ya preparada su planta en San Sebastián de los Reyes (Madrid) para comenzar a producir la vacuna de Moderna, que no fabricará el principio activo, sino que se encargará de producir viales, descongelar, envasar y etiquetar el suero.

Lo hará en una línea de producción con la que prevé generar "cientos de millones de dosis" del antídoto ARNm-1273 de Moderna, que en los ensayos clínicos ha demostrado una eficacia del 94,5%.

Sobre la posibilidad de retrasar la segunda dosis de la vacuna de Pfizer, como han decidido en Reino Unido, Illa ha insistido en que en España se va a seguir "estrictamente las recomendaciones del propio fabricante" y, por tanto, no se ha mostrado partidario de retrasarla.

En el caso de la vacuna de Pfizer la segunda inoculación se tiene que suministrar como mínimo 21 días después, y aunque no pasa nada si son 22, 23 o 24 días, ha contado el ministro, la inmunidad no se adquiere hasta ocho días después de haber recibido la segunda dosis.

REGISTRO DE VACUNACIÓN

Además, el ministro ha explicado que el registro de vacunación creado para computar la inoculación de la vacuna del coronavirus a la población permitirá detectar casos como el de la residencia de mayores de Valdemoro (Madrid), donde han sido vacunados no residentes en el centro.

Illa ha lamentado este episodio, que ha limitado a un mero "incidente", pero ha hecho hincapié en que es preciso seguir las recomendaciones de los expertos respecto los colectivos prioritarios para recibir las primeras dosis, tal y como se acordó con las comunidades autónomas.

Ha recordado que a partir de un "análisis objetivo" se determinó qué grupos debían recibir primero las vacunas por ser los que tenían mayor riesgo de contagio y mayor mortalidad, y ha recalcado que atenerse a ello es "solidaridad" y "no querer tomar atajos".

En cualquier caso, ha apuntado que el registro de vacunación puesto en marcha por Sanidad "permite detectar estos casos", porque en él se recogen las características de las personas a las que se han inoculados las dosis.

Una "herramienta", en suma, que según ha señalado permitirá verificar que se sigue el plan de vacunación acordado conjuntamente con las autonomías, las comunidades científicas y expertos en bioética.

Los principios éticos que aplica, ha insistido el ministro, "garantizan la equidad" y que la vacuna no se administre con criterios de "estatus social" o "poder adquisitivo" sino patrones "objetivos" que establecen quién tiene prioridad dentro de la campaña. 

APOYO DEL EJÉRCITO PARA VACUNACIONES

Al respecto de la campaña de vacunación, el ministro de Sanidad ha agradecido la oferta de ayuda de la titular de Defensa, Margarita Robles, para que el Ejército también vacune a la población contra el coronavirus, pero cree que la sanidad pública tiene "recursos suficientes" para abordar esta campaña sin apoyo externo.

"Todas las ayudas son bienvenidas y son agradecidas", ha señalado Illa durante su comparecencia, en la que ha expresado su convencimiento de que la sanidad pública cuenta con los "recursos suficientes de todo tipo para poder administrar las dosis de vacunas que vamos recibiendo".

Ha recordado que Sanidad no ha solicitado ayuda a ninguna entidad y ha insistido en que hace meses que las Comunidades Autónomas están trabajando en sus planes de vacunación para aplicar dentro de sus territorios.

En este sentido, ha señalado que algunas autonomías los están ejecutando "a la perfección" mientras otras no han llegado aún a la "velocidad de crucero" que se espera que alcancen en breve plazo. 

DESCARTA UN CONFINAMIENTO TOTAL

Por otra parte, el ministro de Sanidad ha descartado que sea necesario aprobar un confinamiento total de la población, aunque ha avisado de que la evolución actual de los contagios del coronavirus está generando una situación de "muchísima preocupación".

Illa ha asegurado que las medidas que están adoptando las comunidades autónomas son "proporcionadas" al estado epidemiológico de sus regiones y cuentan con el apoyo del Gobierno ya que se están tomando en base al plan de 'Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de COVID-19'.

No obstante, el ministro ha insistido en que existe una "preocupación muy alta" por la evolución de la pandemia. "Ayer acabaron las fiestas de Navidad y volvemos a un proceso de normalidad y, aunque puede haber un retraso en la notificación de casos por la particularidad de estas fiestas, la valoración que hacemos es de muchísima preocupación", ha sentenciado Illa.

Ahora bien, pese a ello, el ministro de Sanidad ha asegurado que el Gobierno no contempla un confinamiento total, como el aprobado en marzo, ya que el plan de respuesta vigente ha permitido doblegar la segunda curva de contagios del Covid-19.

"Pensamos que con las actuaciones de respuesta que nos marcamos en octubre hay suficiente campo de actuación para poder doblegar estos incrementos de casos", ha insistido Illa, para zanjar advirtiendo de que vienen "semanas muy complicadas", que hay tener "la guardia muy alta" y que hay que seguir "al pie de la letra" las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

SEGUIRÁ EN SANIDAD HASTA LA CAMPAÑA DEL 14F

Por último y de otro lado, el ministro ha asegurado que permanecerá al frente de la cartera de Sanidad hasta que empiece la campaña electoral de los comicios catalanes del 14 de febrero, en los que será el candidato del PSC, pese a las críticas de la oposición, que le pide que deje ya el cargo.

"Me remito a lo que dije en su día: voy a estar hasta el último minuto desarrollando mis competencias y el día que empiece la campaña electoral las dejaré", ha dicho durane la rueda de prensa.

El pasado 30 de diciembre, el PSC anunció que Miquel Iceta renunciaba a ser candidato a la presidencia de la Generalitat en las elecciones catalanas del 14 de febrero en favor de Salvador Illa, porque lo considera "el mejor candidato" para batirse con el independentismo y conseguir un cambio en el Govern.

Aunque las autoridades catalanas confían en que los comicios podrán tener lugar en el día previsto, su celebración no se confirmará hasta el 15 de enero, cuando los grupos analizarán si la situación epidemiológica permite una votación segura.

Si se da luz verde a la convocatoria electoral para el 14 de febrero, la campaña electoral empezará el 29 de enero y será entonces cuando Illa deje el Ministerio de Sanidad.

No obstante, si las elecciones se aplazaran el dirigente socialista podría seguir al frente de la gestión sanitaria durante un tiempo más.

Estos equilibrios en el calendario han desatado las críticas de toda la oposición, que ve incompatible que Illa siga siendo ministro mientras hace precampaña para el PSC.

Incluso desde las filas de Unidas Podemos -socios de Gobierno del PSOE de Pedro Sánchez- se ha cuestionado la compatibilidad de estos dos desempeños.

Sin embargo, al ser preguntado por ello, el ministro ha negado que estos reproches le hayan hecho cambiar de opinión sobre cuándo dejar el cargo.

Voy a seguir hasta el último minuto desarrollando mis competencias y el día que empiece la campaña electoral las dejaré, pero hasta entonces las ejerceré de la forma que lo he intentado hacer hasta ahora: con la máxima dedicación y lo mejor que sepa", ha resuelto.

Comentarios