La Sociedad Castellano Manchega de Patología Respiratoria (Socampar) ha solicitado al Gobierno regional que mantenga y mejore las Unidades de Cuidados Respiratorios (UCRIs), de manera que los siete grandes hospitales de la región cuenten con una de ellas a cargo del servicio de neumología.
En un comunicado de prensa hecho público este sábado, este colectivo de neumólogos ha señalado que ésta es una de la principales reivindicaciones que se desprenden de una encuesta que han realizado entre los profesionales en patología pulmonar de Castilla-La Mancha para conocer cuáles son las necesidades futuras para afrontar una nueva crisis sanitaria.
En este sentido, han pedido contar con UCRIs en los hospitales de Talavera de La Reina, Toledo, Guadalajara, Cuenca, Ciudad Real, Alcázar de San Juan y Albacete.
Además, estos profesionales han pedido que se adapten consultas específicas de Neumología para asumir y organizar el seguimiento de los pacientes con secuelas pulmonares por COVID-19 y poder ofrecerles la atención más eficiente posible, sin menoscabo con la atención al resto de pacientes respiratorios.
También han pedido recursos materiales y humanos para hacer frente a estas necesidades, sin menoscabar la calidad en la atención.
El establecimiento de UCRIs era una necesidad demandada con anterioridad a la llegada de esta pandemia, ha recordado Socampar, quien ha señalado que, "de haber dispuesto de estas unidades operativas y con dotación adecuada, hubiésemos estado mucho más preparados para afrontar la atención a estos pacientes".
Y, en este sentido, ha destacado que estas unidades, en los hospitales donde se han podido constituir, han tratado con éxito a pacientes que no eran candidatos a cuidados intensivos, ayudando a evitar colapsos en las UCIs, posibilitando también el alta precoz y dando tiempo a los pacientes que tenían que ingresar en ellas.
Socampar ha concluido que esperan que esta petición que han trasladado al Gobierno regional sea "una realidad y así pueda ayudar a los profesionales sanitarios a estar preparados para nuevos incrementos en la demanda de esta enfermedad, entre ellos la temida segunda ola", además de la posibilidad de nuevas epidemias y la atención posterior en consulta.
