El Gobierno cambia el sistema de notificación de los fallecidos por COVID-19

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha defendido que este cambio es imprescindible para la desescalada, y ha asegurado que aunque se incrementen los casos se están reduciendo "semana a semana" el número de contagios
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante la rueda de prensa ofrecida en Moncloa
photo_camera El ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una imagen de archivo en rueda de prensa en Moncloa

El Gobierno ha modificado el procedimiento de notificación de la información epidemiológica que las comunidades autónomas deben remitir al Ministerio de Sanidad y que debe incluir el número total de fallecidos en cada una de ellas desde el pasado 31 de enero.

La nueva instrucción, que publica este viernes en el Boletín Oficial del Estado, afecta a las tablas de datos correspondientes a la información epidemiológica y a la contratación de los recursos humanos y pretende asegurar la eficacia en la gestión de la crisis provocada por el coronavirus.

De acuerdo con la orden, las comunidades deberán remitir entre las 20:00 y las 21:00 horas el total de fallecidos por SARS-CoV-2 desde el 31 de enero, así como los casos acumulados confirmados desde esa misma fecha mediante prueba diagnóstica (PCR o test rápido de anticuerpos) incluyendo sintomáticos y asintomáticos.

También el número de personas con síntomas y sin síntomas en el momento de la prueba y las que han ingresado en centros hospitalarios u otros centros habilitados para la atención de pacientes, incluyendo en las unidades de cuidados intensivos (UCI).

Asimismo, las comunidades deberán informar de los casos confirmados ingresados en estas unidades, de las altas tanto hospitalarias como domiciliarias y las confirmaciones diagnósticas que se hayan realizado únicamente mediante test de anticuerpo (sin PCR o con esta negativa).

Esta categoría incluiría también las infecciones ya resueltas en el momento de la notificación, precisa la orden, que obliga además a a todos los centros hospitalarios públicos y privados con camas de UCI, reanimación o recuperación post-anestesia que atiendan casos de COVID-19 a comunicar el número total de camas que tienen en unidades críticas con y sin respirador y el de ingresos en hospitalización convencional.

Deberán dar cuenta asimismo del las camas ocupadas por pacientes tanto infectados como no infectados, los ingresos y las altas por coronavirus en las últimas 24 horas y el número de altas previstas en las próximas 24 horas.

Adicionalmente, todos los centros remitirán también datos sobre la presión de urgencias por COVID-19 considerando como ingresos el número de casos.

Los centros hospitalarios deberán enviar toda esta información sobre su capacidad asistencial diariamente entre las 13:00 y las 14:00 horas.

En ese mismo intervalo horario, pero semanalmente cada viernes, las comunidades autónomas, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria y todos los centros hospitalarios han de comunicar las existencias que tienen de mascarillas, equipos de PCT, hisopos, guantes, gafas de protección, bastas y solución hidroalcohólica.

También el número de equipos de ventilación mecánica invasiva y de ambulancias medicalizadas y no medicalizadas.

Respecto a los recursos humanos, las comunidades autónomas y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria enviarán cada viernes el número de contrataciones realizadas. 

CAMBIO IMPRESCINDIBLE PARA LA DESESCALADA

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha justificado este viernes la nueva orden para fijar a las comunidades un modelo único de notificación de datos del coronavirus, ya que en la nueva fase de preparación de la desescalada "es imprescindible diferenciar con más precisión algunos datos".

Lo ha asegurado Illa en una rueda de prensa en la que ha subrayado que "la fiabilidad y la credibilidad de los datos obtenidos hasta ahora es máxima" y ha afirmado que el Gobierno es "muy exigente" con los datos que solicita a las comunidades autónomas, una "exigencia que ha sido, es y será permanente".

El ministro ha subrayado que pretende tener unos datos con más detalle, lo que es necesario para "poder tener una planificación más ajustada a la realidad epidemiológica, a la hora de plantear las distintas medidas -cuando toque, ahora no es el momento- de desescalada".

"Quiero ser muy cristalino en esto e insisto en que somos muy exigentes con la calidad de los datos que pedimos a las comunidades y en ese contexto hay que interpretar esa nueva orden", ha señalado el titular de Sanidad.

Illa ha explicado que la orden, publicada este viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), modifica dos instrucciones anteriores, del 15 y 23 de marzo.

Para diferenciar con más precisión los datos, Illa ha dicho que se solicita a las comunidades que diferencien los contagiados a los que se les ha hecho una prueba PCR (la más fiable) de un test rápido (de anticuerpos) y, en ambos casos, que especifiquen si tenían o no síntomas.

Ello responde, según Illa, a que personas asintomáticas que han sido diagnosticadas mediante un procedimiento de test de anticuerpos significa que en la mayoría de los casos han pasado la enfermedad y no que la tienen en ese momento.

Este cambio en la solicitud de los datos se produce en un momento en que se ha facilitado a las comunidades "una cantidad importante" de test de anticuerpos, con unas indicaciones de cómo deben ser usados.

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