El endurecimiento de las restricciones en toda España anticipa un nuevo estado de alarma

España registra un total de 34.752 muertos por coronavirus y 1.046.132 contagiados, tras sumar 19.851 nuevos casos y 231 muertes más
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la declaración institucional que ha ofrecido este viernes desde el Palacio de La Moncloa
photo_camera El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la declaración institucional que ha ofrecido este viernes desde el Palacio de La Moncloa

Un nuevo estado de alarma se abre paso para poder encajar legalmente las medidas cada vez más expeditivas que se precisan contra la transmisión descontrolada del coronavirus en España. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo ha colocado en el debate en una declaración institucional y el País Vasco, seguido de cinco autonomías socialistas y Cataluña han pedido su declaración.

Con los "toques de queda" como último bastión antes de la línea roja del confinamiento domiciliario, País Vasco, Cataluña, Asturias, Extremadura, La Rioja, Navarra, Castilla-La Mancha y Melilla se han unido a la demanda, que cuenta con el apoyo de Cs, cuya líder, Inés Arrimadas, ha emplazado al líder del PP, Pablo Casado, a que se sume a una iniciativa que de momento no ha solicitado ninguna región gobernada por su partido.

Otras comunidades, como Andalucía, Castilla y León, Comunidad Valenciana o Murcia, están a la espera de que sus tribunales superiores autoricen o no sendos "toques de queda" nocturnos. También la Comunidad de Madrid ha decidido aplicar una limitación de actividad y reuniones, pero no de movimientos, entre la medianoche y las 6 de la mañana, a la vez que alarga el horario de la restauración.

Sánchez ha aludido al estado de alarma en una declaración institucional -con tono y gestos de primera ola y apelaciones a la unidad y la disciplina social- en la que ha advertido de que vienen "meses muy duros" y de que no hay otro camino que reducir contactos y desplazamientos más de lo que han hecho hasta ahora las autonomías, concentradas en dosificar las medidas y evitar las más expeditivas.

La situación epidemiológica es grave, lo es desde hace muchas semanas como ya habían vaticinado los expertos a la vista de la crudeza del verano. Este viernes se han consignado 19.851 casos y 231 fallecimientos. La incidencia por 100.000 habitantes en los últimos 14 días es de 361,66 con once autonomías por encima de esa media. Las hospitalizaciones se elevan a 14.539, 2.031 en la UCI.

La situación es grave y es preciso actuar con determinación", ha dicho Sánchez, que ha añadido: "Debemos adoptar las medidas necesarias para frenar los contagios causando el menor daño económico posible y las menores restricciones para las libertades personales. Y estamos listos para adoptar todas y cada una de las medidas".

Tras insistir en que España está ahora mejor preparada respecto al pasado 14 de marzo, cuando se decretó el primer estado de alarma, el presidente del Gobierno, sin anunciar ninguna medida, ha abogado por "buscar el equilibrio" entre la salud pública, las repercusiones sociales y la garantía de derechos y libertades.

ESTADO DE ALARMA AUTONÓMICO

Poco después de la intervención de Sánchez, el lehendakari, Iñigo Urkullu, pedía la declaración del estado de alarma para su aplicación en toda España por un período inicial de 15 días, cuyo mando y gestión quedaría en manos de los presidentes autonómicos de manera coordinada.

Urkullu ha justificado la petición por el aumento de casos, las limitaciones jurídicas con que se está encontrando su Gobierno y la "alta probabilidad" de que sea necesario adoptar en próximas semanas medidas más expeditivas. Su extensión a toda España la ha argumentado con la movilidad interregional y la transmisión comunitaria.

La misma petición han hecho el vicepresidente de Cataluña, Pere Aragonès, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el de Asturias, Adrián Barbón, la de La Rioja, Concha Andreu, la de Navarra, María Chivite, el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el de la ciudad autónoma de Melilla, Eduardo de Castro (Cs).

El Gobierno ya trabaja en el decreto para que el Consejo de Ministros declare el estado de alarma, si fuera preciso, este mismo de fin de semana.

El "toque de queda", vigente ya en Francia, Italia o Bélgica, ha sido en buena medida el desencadenante del debate sobre el estado de alarma, después de que la Comunidad de Madrid lo pusiera fugazmente sobre la mesa y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, recogiera la propuesta y pidiera "apoyos claros" para poder aplicarlo.

Precisamente Madrid, que rápidamente recogió velas como en otras ocasiones, ha vuelto a desmarcarse del resto de comunidades al presentar este viernes su plan para afrontar la epidemia cuando venza a las 16.47 horas del sábado el estado de alarma decretado hace 15 días por el Gobierno.

El particular "toque de queda" de Madrid no prohíbe lo más característico de esta medida, la movilidad, sino solamente las reuniones sociales de 12 de la noche (nuevo horario ampliado de cierre de los bares) a 6 de la mañana. El confinamiento perimetral se sustituye de nuevo por la restricción de movilidad en 32 zonas básicas de salud con más de 500 casos por 100.000 habitantes.

Ni los "toques de queda" ni los confinamientos perimetrales son para epidemiólogos y expertos en salud pública medidas que por sí solas puedan doblegar una curva tan pronunciada como la que describe la epidemia actualmente en España, y consideran que hacen falta mayores y más duras restricciones sobre la movilidad y el contacto social.

De hecho, hay cada vez más expertos que consideran este tipo de actuaciones frente a la transmisión comunitaria descontrolada meros parches y que se muestran partidarios de medidas "radicales", como un confinamiento domiciliario de entre siete y diez días para frenar en seco la transmisión.

En cualquier caso, llegar a una incidencia de 30 contagios, como hoy planteaba el presidente del Gobierno, tal y como están las cosas parece una misión casi imposible, que no sólo precisa de tiempo, sino de menos dudas y debates y más dedicación y empeño.

LOS DATOS AL DETALLE

Las comunidades autónomas han notificado este viernes al Ministerio de Sanidad 19.851 nuevos casos de COVID-19, 8.293 en las últimas 24 horas, lo que supone un ascenso con respecto a los 7.953 diagnosticados este jueves.

La cifra global de contagios en España se eleva ya a 1.046.132 desde el inicio de la pandemia, según las cifras oficiales. En las últimas dos semanas, 56.183 personas han iniciado síntomas y han sido diagnosticadas con positivo por coronavirus, 17.783 en los pasados siete días.

De los 8.293 nuevos casos diagnosticados, 523 se han producido en Andalucía, 1.187 en Aragón, 323 en Asturias, 94 en Baleares, 156 en Canarias, 114 en Cantabria, 216 en Castilla-La Mancha, 12 en Castilla y León, 888 en Cataluña, 36 en Ceuta, 122 en Comunidad Valenciana, 391 en Extremadura, 530 en Galicia, 2.027 en Madrid, 42 en Melilla, 69 en Murcia, 469 en Navarra, 920 en País Vasco y 174 en La Rioja.

En la última semana, han fallecido 655 personas con diagnóstico de COVID-19 positivo confirmado en España, un aumento en comparación con los 570 notificados ayer. Hasta 34.752 personas con PCR positiva han fallecido desde que el virus llegó a España. En el informe de este viernes se han añadido 231 nuevos fallecimientos.

Las 665 muertes en la última semana se distribuyen de la siguiente manera: 117 en Andalucía, 54 en Aragón, 27 en Asturias, cuatro en Baleares, 14 en Canarias, cinco en Cantabria, nueve en Castilla-La Mancha, 116 en Castilla y León, siete en Cataluña, una en Ceuta, 29 en Comunidad Valenciana, 20 en Extremadura, 49 en Galicia, 131 en Madrid, una en Melilla, siete en Murcia, 28 en Navarra, 30 en País Vasco y seis en La Rioja.

Actualmente, hay 14.539 pacientes ingresados por COVID-19 en toda España (14.160 ayer) y 2.031 en UCI (1.966 ayer), si bien en las últimas 24 horas se han producido 2.024 ingresos y 1.472 altas. La tasa de ocupación de camas ocupadas por coronavirus se sitúa ya en el 12,11 por ciento y en las UCI en el 22,48 por ciento.

Un total de 4.439 personas han precisado de hospitalización por coronavirus en los pasados siete días (167.386 desde el comienzo de la pandemia): 727 en Andalucía, 366 en Aragón, 186 en Asturias, 23 en Baleares, 95 en Canarias, 33 en Cantabria, 89 en Castilla-La Mancha, 791 en Castilla y León, 285 en Cataluña, seis en Ceuta, 323 en Comunidad Valenciana, 108 en Extremadura, 287 en Galicia, 510 en Madrid, ocho en Melilla, 225 en Murcia, 219 en Navarra, 81 en País Vasco y 77 en La Rioja.

En ese mismo periodo, se han notificado 312 ingresos en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), para una cifra conjunta de 15.028 desde febrero: 23 en Andalucía, 30 en Aragón, tres en Asturias, dos en Baleares, 23 en Canarias, tres en Cantabria, cinco en Castilla-La Mancha, 41 en Castilla y León, 19 en Cataluña, uno en Ceuta, 33 en Comunidad Valenciana, cuatro en Extremadura, 32 en Galicia, 14 en Madrid, cuatro en Melilla, 34 en Murcia, 18 en Navarra, nueve en País Vasco y 14 en La Rioja.

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