Las áreas de empleo de Cáritas en Castilla-La Mancha han atendido a 631 personas desde que se decretó el estado de alarma como consecuencia de la pandemia por COVID-19.
En una nota de prensa, la organización ha destacado que, de cara al 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, se ha puesto el foco en el compromiso con la inserción social a través del acceso al empleo digno de las personas vulnerables.
Asimismo, ha hecho hincapié en que, debido a la crisis, Cáritas Regional Castilla-La Mancha ha tenido que rediseñar su programa de empleo durante este periodo, en el que se ha atendido ya a 631 personas.
La organización ha señalado que la precariedad laboral ha derivado en que muchos que trabajaban en el sector servicios y que tenían contratos temporales se hayan quedado sin empleo y sin ingresos, mientras que otros no disponían de contrato y, por tanto, no podrán acogerse a la prestación por desempleo.
Otros sectores afectados son las empleadas del hogar, así como la hostelería y los temporeros que trabajan en las campañas agrícolas.
Cáritas se ha ido adaptando a la situación, realizando su acompañamiento en línea y telefónicamente, pero “con la misma eficacia, calidez, calidad y dignidad”, ha aseverado, de manera que se están gestionando ofertas de empleo, asesorando sobre la nueva normativa, llevando a cabo el seguimiento de participantes y desarrollando cursos de formación telemáticos.
La organización ha observado que en la mayor parte de la región las ofertas de empleo se han concentrado en personal para las residencias de ancianos, personal de limpieza, auxiliares de atención de personas dependientes, cocineros, cuidadores, empleadas de hogar para casas particulares y peones agrícolas, sector en el que, aun habiendo demanda, "no es fácil cubrirla por las dificultades de desplazamiento".
Cáritas también ha recordado que durante 2019 se atendió a 4.950 personas, de las cuales 477 se insertaron en el mercado laboral, con una inversión de 4,5 millones de euros.
