El sindicato médico CESM avisa de que se empiezan a colapsar los centros de salud

El CESM ha señalado que existe "malestar" entre los facultativos de Atención Primaria y de Atención Hospitalaria "por la sobrecarga laboral que se está produciendo este verano con la nueva reorganización asistencial impuesta por el SESCAM"
El sindicato médico CESM avisa de que el verano puede ser caótico y pide soluciones concretas
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El sindicato médico CESM (Confederación Estatal de Sindicatos Médicos) de Castilla-La Mancha ha manifestado que es "absolutamente necesario" aumentar el personal de Atención Primaria, sobre todo durante este verano e inicios del otoño, cuando se anuncia una "segunda oleada" de coronavirus que ya "ha comenzado a colapsar los centros de Salud", según ha indicado. 

El CESM, en un comunicado remitido este lunes, ha señalado que existe "malestar" entre los facultativos de Atención Primaria y de Atención Hospitalaria "por la sobrecarga laboral que se está produciendo este verano con la nueva reorganización asistencial impuesta por el SESCAM".

El sindicato médico ha apuntado que los profesionales "siguen al pie del cañón, en primera línea, con crisis de agotamiento y ansiedad" y que son los mismos que durante los meses de marzo y abril "sufrieron escasez de recursos tanto humanos como materiales".

"No es de recibo que en una situación como esta, el Gobierno regional escatime con las contrataciones necesarias, tanto para la asistencia habitual que se ve incrementada durante el verano, especialmente en el medio rural, como para la detección, rastreo, tratamiento y seguimiento de los pacientes de COVID-19", ha criticado el CESM, que ha añadido que esta medida ha incrementado "considerablemente" las agendas médicas, al tener que hacerse cargo el equipo de Atención Primaria del control y seguimiento de los nuevos contagiados por encima de su cupo.

En Atención Hospitalaria, ha señalado que se han aumentado también las consultas por vía telefónica, pero los pacientes desean ser valorados en consulta, acudiendo sin tener cita presencial, con la consiguiente carga asistencial y  aumento de pacientes en salas de espera, que era precisamente lo que se quería evitar.

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