Los centros educativos y académicos de Castilla-La Mancha cuentan este curso académico con un total de 314 estudiantes ciegos o con discapacidad visual grave, que tienen casi en su totalidad equipos específicos de apoyo para atenderlos.
El 99 por ciento de estos alumnos estudian en centros educativos ordinarios, en los que existen equipos específicos de apoyo para atender a estas personas, según ha indicado este domingo en una nota de prensa la Consejería de Educación, Cultura y Deportes.
Asimismo, ha precisado que 57 de estos estudiantes son escolares de Educación Infantil; 80 de Educación Primaria; 44 de Educación Secundaria Obligatoria (ESO); 10 cursan Bachillerato; 21 Formación Profesional: 23 están en la universidad y los 79 restantes están inscritos en otro tipo de enseñanzas.
La Consejería de Educación ha dado a conocer estas cifras después de la reunión que ha mantenido esta semana la titular del departamento, Rosa Ana Rodríguez, con el delegado territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, Carlos Javier Hernández Yebra, en la que ambos han reiterado la voluntad del Gobierno regional y de la entidad "de seguir facilitando una respuesta integral e inclusiva a todo el alumnado con discapacidad visual".
Rodríguez ha indicado que a reunión ha servido para diseñar las líneas estratégicas a seguir, que pasan por el asesoramiento por parte de la ONCE a la comunidad educativa en relación al alumnado que tenga dificultades de aprendizaje por causa de alguna discapacidad visual.
También pasan por la intervención directa de la Consejería con el alumnado que presente este tipo de deficiencias visuales a través de los Equipos de Atención Educativa, como viene realizándose.
Además, la ONCE colabora con la Consejería de Educación, Cultura y Deportes para hacer efectivo el derecho de accesibilidad universal, a través de la participación en el grupo de trabajo de elaboración de pruebas accesibles posibilitando que las personas con discapacidad visual se enfrenten a procesos de evaluación en igualdad de condiciones, superando las barreras perceptivas para el aprendizaje y la participación.
