Los asesinatos machistas en España se duplican desde el fin del estado de alarma

A falta de confirmación oficial respecto del caso de Ibiza, son ya 16 las mujeres asesinadas en lo que va de año presuntamente por sus parejas o exparejas, ocho eran españolas y ocho extranjeras, mientras que los agresores eran mayoritariamente de nacionalidad española (14 de 16)
Dos mujeres encienden velas durante la concentración asesinato machista en Alovera (Guadalajara) este domingo
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Los crímenes machistas no cesan en nuestro país tras conocerse este jueves el asesinato de una mujer en Porqueres (Girona) por su pareja, lo que, a falta de confirmar otro feminicidio en Ibiza, ha llevado al Gobierno a ordenar a la Policía y a la Guardia Civil que aumenten los medios para luchar contra esta lacra.

Desde el cese del estado de alarma el 9 de mayo, ocho mujeres y un menor han sido asesinados por violencia de género, el doble que los primeros cuatro meses del año, un repunte que los expertos asocian al fin de las restricciones, debido a que los agresores sienten que pierden su control sobre las víctimas, según datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.

La última víctima en sumarse a esta dramática lista fue una mujer que anoche fue asesinada en su casa de Porqueres por su pareja, un hombre que poco después de matarla se entregó en la comisaría de la localidad de Banyoles, donde confesó el crimen y quedó detenido.

El hombre y la víctima habían recibido atención de los servicios sociales por problemas económicos, pero nunca por alguna situación que tuviese que ver con su relación, ni constan denuncias previas.

La mujer asesinada, según fuentes de la investigación, es una ciudadana letona de 48 años que al parecer, y a la espera de los resultados de la autopsia, murió apuñalada en el domicilio de la pareja, y el presunto asesino tiene 45 años y nacionalidad española.

Todas las instituciones a nivel estatal, autonómico y local han condenado este nuevo caso de violencia machista. El Gobierno ha lamentado el "repunte" que deja "un número insoportable" de muertes en las últimas semanas, como esta de Porqueres, donde se han decretado tres días de luto y una concentración.

No obstante, el crimen de Porqueres podría no ser el último, dado que la Policía investiga si la muerte de dos jóvenes, un hombre y una mujer, este jueves en Ibiza al precipitarse desde un cuarto piso de un hotel se trató de un caso de violencia machista.

Los agentes barajan la posibilidad de que la mujer, de 21 años y doble nacionalidad, italiana y española, muriera al caer desde la habitación donde estaba alojada junto con su pareja, un hombre de 26 años que se habría arrojado al vacío instantes después.

Igualdad se ha comprometido ya a evaluar lo sucedido en los últimos crímenes machistas para comprobar qué ha fallado y cómo se pueden mejorar la asistencia y la protección integral inmediata en casos de violencia de género, pues como reconoce la ministra Irene Montero, "es evidente" que en algunos casos se ha llegado tarde.

Mientras tanto, el Ministerio del Interior ha ordenado a la Policía Nacional y a la Guardia Civil que incrementen la dotación de recursos humanos y materiales para la lucha contra la violencia machista, de modo que se puedan llevar a cabo todas las medidas de evaluación de riesgo y de protección de las víctimas y de sus hijos.

La Secretaría de Estado ha dictado esta misma semana una instrucción que destaca la obligación de comunicar expresamente a la víctima y al agresor las medidas adoptadas por los jueces, así como de realizar un seguimiento detallado de cada caso e intensificar la comunicación con la víctima para garantizar su seguridad.

A falta de confirmación oficial respecto del caso de Ibiza, son ya 16 las mujeres asesinadas en lo que va de año presuntamente por sus parejas o exparejas, ocho eran españolas y ocho extranjeras, mientras que los agresores eran mayoritariamente de nacionalidad española (14 de 16).

Como consecuencia de estos crímenes, seis menores han quedado huérfanos y otros dos niños han sido asesinados por sus padres.

En cuatro de los 16 casos de asesinatos de mujeres, constaban denuncias previas contra los agresores. Ocho eran exparejas o estaban en fase de ruptura y los otros ocho seguían manteniendo una relación sentimental con las víctimas.

Cinco de los 16 agresores se suicidaron, por lo que no podrán ser juzgados por los asesinatos, y otros tres lo intentaron.

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