Las parejas que deciden separarse suben un 0,3% en Castilla-La Mancha, hasta 3.960

Por otra parte, las demandas de disolución matrimonial caen un 41,5% en Castilla-La Mancha en el segundo trimestre
CLM, entre las regiones que menor tasa de separaciones y divorcios registra en 2014
photo_camera Las parejas que deciden separarse suben un 0,3% en Castilla-La Mancha, hasta 3.960

En Castilla-La Mancha se han roto en 2019 un total de 3.960 parejas, entre nulidades, separaciones y divorcios, lo que supone una tasa de 1,9 por cada 100.000 habitantes, y un incremento del 0,3 por ciento en comparación con el año anterior.

A nivel nacional, el año pasado se rompieron 95.320 parejas, entre nulidades, separaciones y divorcios, lo que supone una tasa de 2 por cada 1.000 habitantes y un 4,1 % menos que un año antes, al tiempo que aumentó hasta el 37,5 % las concesiones de custodia compartida de hijos, frente al 33,8 % de 2018.

En Castilla-La Mancha, del total de rupturas, 3.805 fueron divorcios, 154 separaciones y solo una nulidad, según la Estadística de Nulidades, Separaciones y Divorcios difundida este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el conjunto del país, en 2019 se produjeron 91.653 divorcios, un 3,8 % menos; 3.592 separaciones, que descendieron un 12,3 %; y 75 nulidades, con una caída del 18,5 %,

El 78,9 % de los divorcios se produjo por mutuo acuerdo, un porcentaje que se eleva hasta el 86,6 % en el caso de las separaciones. El resto se disolvió mediante un proceso contencioso.

En 2019, hubo 1.100 divorcios entre personas del mismo sexo (el 1,2 % del total). De ellos, 560 fueron entre hombres y 540 entre mujeres. Además, hubo 19 separaciones (0,3 % del total). 

En el 43,3 % de los casos las parejas que se rompieron no tenían hijos y en el 44,8 % tenían sólo menores de edad. Algo más de una de cada cuatro parejas (25,4 %) que se separó sólo tenía un hijo.

Sólo el 5 % tenía hijos mayores de edad dependientes económicamente y el 6,9 % menores de edad y mayores dependientes.

En el 57,1 % de los casos se asignó una pensión alimenticia que, en el 65 % de los casos correspondió pagar al padre, en el 30,9 % a ambos cónyuges y en el 4,1 % a la madre.

La custodia de los hijos menores fue otorgada a la madre en el 58,1 % de los casos, frente al 4,1 % en los que la obtuvo el padre. En el 37,5 % de los casos fue compartida y el 0,4 % se otorgó a otras instituciones o familiares.

En el 9 % de las sentencias se fijó una pensión compensatoria que en nueve de cada diez casos fue asignada al esposo.

En los casos de rupturas de cónyuges del mismo sexo, se adoptaron medidas de custodia de los hijos menores en el 27 % de los divorcios y separaciones. De ellos, en el 47 % la custodia la obtuvo uno de los dos y en el 52,3 % fue compartida.

La duración media de los matrimonios no ha variado mucho respecto a 2018 y las parejas permanecen juntas una media de 16,7 años, un periodo algo mayor en el caso de los que se disuelven por divorcio (16,5 años) y bastante más corto en el caso de las separaciones (23,2 años). 

Entre las parejas heterosexuales la edad media de quienes se divorciaron era de entre 40 y 49 años tanto en hombres como en mujeres. 

Y la edad varía en función del proceso. 

Así, aunque la media de ellas es de 45,7 años, ésta oscila entre los 41,2 años en las nulidades, 45,5 años en los divorcios y 50,6 en las separaciones. 

En el caso de ellos, la edad media es de 48,1 años y varía entre los 43,8 en las nulidades, 47,9 en los divorcios y 52,9 en las separaciones. 

En el 82,5 % de los divorcios, los cónyuges eran españoles y sólo en el 10,4 % uno era extranjero y en el 7,1 % los dos lo eran.

Atendiendo al estado civil de los cónyuges cuando se casaron, la mayoría eran solteros. En el caso de los hombres, el 8 % eran divorciados y el 0,5 % viudos, mientras que entre las mujeres, el 8,7 % eran divorciadas y el 0,6 % viudas.

El 76 % de las demandas de divorcio se resolvió en menos de seis meses, un porcentaje que en el caso de las demandas de separaciones se elevó hasta el 82,6 %.

La duración media de los procedimientos es de 4,6 meses (3,2 en el caso de los de mutuo acuerdo y 10,1 en los contenciosos).

DEMANDAS DE DISOLUCIÓN MATRIMONIAL

Por otra parte, el número de demandas de disolución matrimonial, tanto separaciones como divorcios, se ha reducido un 41,5 por ciento en Castilla-La Mancha en el segundo trimestre de 2020 respecto al mismo periodo del año anterior.

Es uno de los datos recogidos por el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial, de los que se ha hecho eco el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) en una nota de prensa.

En el segundo trimestre de 2020, el más afectado por la declaración del estado de alarma con motivo de la COVID-19 y la consiguiente paralización de la actividad judicial, el número de demandas de disoluciones matrimoniales, separaciones y divorcios, ha descendido un 41,5 % respecto al segundo trimestre de 2019, al pasar de 1.105 a 646.

Y se han observado disminuciones interanuales de entre el 40 y el 79 por ciento en todas las formas de disolución matrimonial.

Las 357 demandas de divorcio consensuado registradas en la región entre el 1 de abril y el 30 de junio son un 41 por ciento menos que las presentadas en el mismo trimestre del ejercicio anterior, mientras que las 264 demandas de divorcio no consensuado son un 40,1 por ciento menos.

Además, las nueve demandas de separación consensuada suponen un 79,1 por ciento menos que un año antes y las 16 separaciones no consensuadas representan un número similar a las presentadas en el mismo periodo de 2019.

En el segundo trimestre del año no se ha iniciado demanda alguna de nulidad en Castilla-La Mancha.

Poniendo en relación las demandas de disolución matrimonial del trimestre con la población a 1 de enero de 2020, en Castilla-La Mancha el número de demandas de disolución por cada 10.000 habitantes fue de 4.

El TSJCM ha señalado que la desescalada escalonada en la administración de justicia, la necesidad de adoptar medidas de seguridad e higiene en los juzgados y la persistencia de la incidencia de la pandemia han hecho que las características de la disminución de todos los indicadores en ese trimestre sean “tan diferentes” a las de cualquier otro periodo anterior que es “imposible” extraer conclusiones de los datos que se presentan y aconseja tomar “con cautela” las variaciones interanuales.

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