La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Castilla-La Mancha ha reclamado este miércoles la dotación de al menos un vigilante de seguridad en cada centro de salud para prevenir las agresiones y amenazas a los profesionales de ámbito sanitario.
Así lo ha pedido el sindicato a través de un comunicado, en el que la responsable de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF en el Sescam, Victoria Gutiérrez, ha subrayado que "la falta de vigilantes es una problemática de primer orden ante la que es preciso actuar con contundencia y de manera urgente y en la que gestores y políticos no pueden mirar hacia otro lado".
En este sentido, Gutiérrez ha explicado que "la tensión social provocada por el coronavirus y la falta de medios y recursos humanos en la atención sanitaria está provocando un aumento de las agresiones" y ha añadido que "poner freno a la inseguridad es una cuestión de inversión y poner el foco en la seguridad de trabajadores y usuarios es preferible a tener que dar soluciones a lesiones o secuelas".
CSIF ha señalado que hay más episodios violentos de los que se dan a conocer en los medios de comunicación y que, "por su cotidianidad o por la poca creencia de que su denuncia vaya a influir en la solución, no se ponen en conocimiento llegando asumir los trabajadores con normalidad insultos, coacciones y amenazas".
En este punto, el sindicato ha detallado que el Sescam sólo cuenta con vigilancia en hospitales y en los centros en los que se producen más agresiones y amenazas y que tienen poblaciones muy grandes, "pero deja sin protección a la mayor parte de la red sanitaria".
Por ello, la entidad ha reclamado que, junto al aumento de la dotación de vigilantes de seguridad en todas las gerencias, es preciso reforzar la coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".
