Refugiado sirio acogido en CLM pide a Europa que 'frene la matanza' en su país

Castilla-La Mancha destaca como comunidad solidaria tras acoger desde el año 2015 a 555 refugiados, el 32% de origen sirio

La consejera de Bienestar Social de CLM, Aurelia Sánchez, ha visitado un piso en Toledo en el que vive una familia de refugiados sirios acogidas por la región
photo_camera La consejera de Bienestar Social de CLM, Aurelia Sánchez, ha visitado un piso en Toledo en el que vive una familia de refugiados sirios acogidas por la región

Yahya, uno de los 31 refugiados sirios que actualmente viven acogidos en Toledo, ha realizado este lunes un llamamiento a Europa "para que frene la matanza que se está llevando a cabo en su país" durante tantos años de guerra.

El domicilio en el que vive Yahya, de 35 años, junto a su madre, su mujer y sus cuatro hijos, desde el pasado mes de octubre, ha sido visitado por la consejera de Bienestar Social del Gobierno regional, Aurelia Sánchez, coincidiendo con la celebración este lunes, 15 de enero, de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado.

La consejera ha estado acompañada en la visita por el responsable regional de Accem, Braulio Carlés, quien ha explicado que la familia de Yahya vivía en Edlib, una de las zonas más castigadas por la guerra que sacude Siria desde marzo de 2011.

Seguramente, el haber sufrido de cerca los constantes bombardeos registrados junto a su hogar y ser testigo de tantas muertes es lo que ha llevado hoy a Yahya a realizar un emocionado llamamiento, con lágrimas en los ojos, a que "Europa juegue su papel para frenar la matanza que se está llevando a cabo en Siria ya durante mucho tiempo".

Yahya ha resaltado ante los periodistas que han cubierto la visita a su domicilio "las masacres diarias que ocurren en Siria, donde Rusia está utilizando armas químicas contra la población civil", y ha reclamado una papel activo de Europa "para frenar estas matanzas", al tiempo que ha dado las gracias al Gobierno español por su acogida.

Yahya y su familia abandonaron Siria en 2012, pasaron después cinco años en un campo de refugiados de Turquía hasta su llegada a España en octubre de 2017.

Carlés ha explicado que el trabajo que se realiza con la familia de Yahya y los otros refugiados que han llegado a la región -555 en 2017, según datos facilitados por la consejera- es la integración en la sociedad, apoyándoles en el idioma y en todos los trámites de documentación de papeles "para que puedan ser ciudadanos como el resto de nosotros" y alcancen el estatuto de refugiados políticos.

El responsable territorial de Accem ha explicado también que el proceso de acogida dura entre 18 y 24 meses, en los que el objetivo es que los refugiados hayan conseguido la protección internacional, una vivienda y un trabajo "y puedan funcionar como un ciudadano más".

Por su parte, la consejera respalda todo este proceso facilitando la sanidad, la educación y servicios sociales a las familias refugiadas, que tienen además apoyos complementarios como el idioma, ya que los niños aprenden el idioma en el colegio, pero los padres requieren formación para poder desenvolverse en la sociedad que les acoge.

Sánchez ha remarcado que de los 555 refugiados que llegaron a Castilla-La Mancha el año pasado, un 32 por ciento procedía del conflicto sirio y lo ha justificado en que "cuando una familia, como la de Yahya, tiene esas situaciones tan graves en su país hace que tengan que desplazarse por motivos realmente ajenos a su voluntad".

Sánchez ha calificado la jornada de hoy como "un día excepcional" porque es la primera vez que una familia de personas refugiadas sirias abre las puertas de su casa para conocer su vida, que el Gobierno nacional y el de Castilla-La Mancha trabajan "para que sea de plena integración, para que vivan en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos españoles hasta que ellos quieran".

En este contexto, la consejera ha recordado también las acciones humanitarias en origen en las que trabaja Castilla-La Mancha en Siria y los países colindantes donde hay refugiados sirios, con subvenciones destinadas, por ejemplo, a que los campamentos puedan tener más acceso al agua o garantizar la educación de los niños.

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