Publicada la nueva orden de vedas de pesca en Castilla-La Mancha para el año 2019

Por otra parte, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado el plan de gestión de la trucha común en la región

La Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural ha hecho público este jueves, en el Diario Oficial de la región (DOMC), la orden de vedas de pesca que estará vigente en Castilla-La Mancha durante este año 2019.

La orden, consultada por Efe, establece la relación de las especies de peces y cangrejos presentes en Castilla-La Mancha, autóctonos y exóticos, especificando el tipo de aprovechamiento permitido de cada uno de ellos, su talla mínima y los períodos hábiles en aguas declaradas trucheras.

En el caso de la pesca de la trucha en aguas de baja montaña, la apertura de la veda tendrá lugar el primer domingo de abril y se cerrará el 30 de septiembre, y en las aguas de alta montaña la apertura se retrasará hasta el primer domingo de mayo y cerrará el 15 de octubre.

En cuanto a los días hábiles en aguas declaradas trucheras, serán todos, a excepción de en los cotos, que se regirán por su reglamentación específica.

La pesca de la trucha común se autoriza en la modalidad de pesca sin muerte, y en el caso de la pesca en aguas no trucheras se podrá practicar con caña durante todo el año, con empleo de cebos no prohibidos y respetando los cupos y tallas mínimas.

La orden prohíbe con carácter general el empleo de toda clase de redes y el cebado de las aguas antes o durante la pesca, con la única excepción de los embalses que no tengan la condición de aguas trucheras y sus canales de derivación, en los que se permite el cebado de las aguas con materias de origen vegetal que no resulten nocivas ni contaminantes.

También está prohibida la utilización de peces, cangrejos o moluscos como cebo vivo, y, como cebo muerto, las especies exóticas invasoras.

En cuanto a la comercialización de la pesca, solamente podrá comercializarse la anguila, la tenca y la trucha arco iris, esta última únicamente con destino a la industria agroalimentaria y para la suelta en cotos intensivos autorizados para esta especie.

Para prevenir la introducción involuntaria de especies alóctonas acuáticas como el mejillón cebra, la almeja asiática o el moco de roca, además de las medidas que establezcan los organismos de cuenca competentes, se deberá limpiar, secar y desinfectar cualquier tipo de embarcación y otros medios utilizados para la pesca en contacto con el agua, en particular los reteles, rejones, así como los vadeadores y botas, antes de utilizarlos en aguas diferentes.

El uso de embarcaciones para la pesca, estará sujeto a los requisitos y a las condiciones de navegación que establezca el organismo de cuenca correspondiente.

Asimismo, para evitar la introducción y fomento de especies exóticas en masas de agua de Castilla-La Mancha, los ejemplares de las especies exóticas invasoras serán sacrificados de inmediato, y para no perturbar la nidificación de las aves acuáticas se fija un período de veda comprendido entre el 1 de febrero y el 31 de mayo para el control de las poblaciones de cangrejo rojo. 

PLAN DE GESTIÓN DE LA TRUCHA COMÚN

Por otra parte, el Gobierno regional ha publicado este jueves la orden que aprueba el plan de gestión de la trucha común (Salmo trutta) en Castilla-La Mancha, que busca garantizar la conservación de las poblaciones salvajes y nativas de la especie mediante un modelo de pesca deportiva compatible con su conservación.

El plan de gestión de la trucha común, publicado por la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), consultado por Efe, contiene las líneas estratégicas, directrices y medidas para el correcto manejo de la especie en Castilla-La Mancha.

Entre sus objetivos principales están preservar el acervo genético de la trucha común y su estructura geográfica, recuperándolo en aquellos casos en que haya sufrido erosión, así como asegurar el aprovechamiento sostenible de las poblaciones de trucha común, condicionado a su conservación.

También desarrollará una gestión de la pesca y de las poblaciones que se sustente en conocimientos científicos y técnicos, para obtener de una forma sistemática y regular datos de la abundancia y estructura de las diferentes poblaciones de trucha común, así como de la presión de pesca y de las capturas realizadas.

Igualmente, buscará mejorar la formación, información y participación pública de los pescadores e incrementar la intensidad y eficacia de la vigilancia de los tramos trucheros a los niveles requeridos para garantizar que la pesca se realiza en las condiciones establecidas en las órdenes de vedas.

Recuperar el hábitat potencial que pueda ocupar la trucha común, o mejorar el estado de éste en aquellos lugares en que se haya deteriorado y controlar la introducción de especies exóticas en las aguas trucheras y evaluar sus efectos negativos cuando éstas se hayan producido, son otros de los objetivos del plan.

La trucha común es una de las especies cuya pesca deportiva es más demandada, lo que ha motivado un importante desarrollo normativo orientado a asegurar una correcta regulación de la actividad pesquera.

El plan de gestión, que entrará en vigor a partir de este viernes 1 de febrero, tendrá una vigencia de diez años, tras lo cual deberá revisarse.

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