El invierno, que ha sido cálido en Castilla-La Mancha pese a la borrasca Filomena, y húmedo por las precipitaciones sobre todo de nieve, dará entrada a la primavera el sábado día 20, a las 10:37 horas, con un descenso de las temperaturas el fin de semana, pero en conjunto se espera una primavera más cálida que la media y con una precipitación de perfil normal.
Así lo ha indicado la delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla-La Mancha, Paloma Castro, quien ha informado en rueda de prensa del balance del invierno con el impacto de Filomena y ha adelantado la predicción estacional de la primavera en la región.
Castro ha informado de que ya desde esta noche viene precipitación y alguna nevada débil en la zona de las Parameras de Molina (Guadalajara), los sistemas montañosos Central e Ibérico y las sierras del Alcaraz y el Segura, pero nada comparable con Filomena, y puede ocurrir que las lluvias torrenciales de Valencia toquen "de rebote" en la parte oriental de Albacete.
Hasta el 21 de marzo, domingo, van a seguir las temperaturas mínimas bajo cero, de forma que aunque la primavera entra el sábado, el fin de semana seguirá siendo de invierno, con mínimas de 2 y 4 grados negativos, lejos también de los 13,4 grados bajo cero que se registraron en Toledo como mínima durante Filomena y el episodio de frío de los días posteriores con temperaturas gélidas durante varias jornadas rondando los 10 grados bajo cero.
La predicción entre el 22 y el 28 de marzo, según Castro, también apunta a una clara tendencia a la baja de las temperaturas, y del 29 de marzo al 4 de abril no hay una señal clara de lo que vaya a pasar en Castilla-La Mancha salvo algo más de frío en la parte oriental.
Respecto a los tres meses de primavera, el modelo señala una estación normal en cuanto a precipitaciones, esto es, que llueva y lo haga en mayor medida en Cuenca en abril o en Molina de Aragón en mayo, y menos en toda la región en junio; mientras que en cuanto a temperaturas, se espera una primavera ligeramente más cálida que la media.
También más cálido que la media ha sido el invierno a punto de concluir, a pesar de los episodios de nieve y frío de enero, con la borrasca Filomena que lo ha hecho especial, pues no hay registro de nevadas como esa en Toledo, donde estuvo nevando tres días desde el 7 de enero y se alcanzó una media de 35 centímetros de nieve con picos superiores a los 60 en algunas zonas.
Desde el 8 de marzo de 1971, cuando se acumularon 20 centímetros, no se había producido un fenómeno así y no se espera que vuelva a ocurrir otro "hasta dentro de 50 años", ha dicho Castro.
Este invierno se ha registrado en Castilla-La Mancha una temperatura media de 6,4 º C , valor que queda 0,7 º por encima de la media de la estación desde que se tiene registro.
Pero una vez más Filomena y los días posteriores de temperaturas gélidas dejaron un apunte histórico, los 25,2 grados bajo cero registrados en Molina de Aragón el 12 de enero, además de los 13,4 bajo cero de Toledo.
Tras los episodios de frío, llegó un mes de febrero que ha sido el segundo más cálido de este siglo tras el de 2020 y el tercer febrero más cálido de la serie histórica que comienza en 1961; además, hubo dos intrusiones de polvo sahariano.
Por lo que respecta a las precipitaciones, el invierno ha sido muy húmedo en Toledo, precisamente la provincia más afectada por Filomena, donde se registraron 55,4 litros por metro cuadrado en forma de nieve entre el 7 y el 10 de enero; y húmedo en el resto de Castilla-La Mancha; lo que ha hecho remontar valores en los embalses.
La delegada de la Aemet también ha recordado que el Día Meteorológico Mundial se celebra el 23 de marzo, este año con el lema 'El océano, nuestro clima y nuestro tiempo".
