Junta pone en marcha un proyecto piloto para reducir la pobreza energética en CLM

El director general de Salud Pública y Consumo, Manuel Tordera, ha explicado las claves de este proyecto a través del cual se realizará un seguimiento personalizado de los hábitos de consumo con la recogida de mediciones y un proceso de acompañamiento y sensibilización de las personas consumidoras para mejorar la economía doméstica de estos hogares

Junta pone en marcha un proyecto piloto para reducir la pobreza energética en CLM
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La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha va a poner en marcha, en colaboración con la Asociación de Ciencias Ambientales, un proyecto piloto encaminado a reducir la pobreza energética y mejorar la economía doméstica de las familias a través de los hábitos de consumo y de medidas de eficiencia energética.

Se trata de un proyecto pionero en España, cuya finalidad es reducir el número de personas que se encuentran en situación de pobreza energética y también evitar que otras familias en riesgo lleguen a estarlo, según ha informado hoy en rueda de prensa el director general de Salud Pública y Consumo de la Consejería de Sanidad, Manuel Tordera.

Para ello, se van a seleccionar 10 hogares de Castilla-La Mancha que estén en situación de vulnerabilidad energética, que van a escogerse atendiendo a diferentes tipos de familias y de situaciones con arreglo a sus características socioeconómicas como tipo de hogar, recursos económicos, situación laboral, nivel educativo, y a las características de la vivienda que habitan.

El director de la Asociación de Ciencias Ambientales, José Luis López, ha explicado que se ha optado por incluir un número pequeño de familias en el proyecto, ya que va a hacer un acompañamiento muy directo y un trabajo muy personalizado.

A las familias elegidas se les hará un seguimiento personalizado, se les darán consejos para ayudarlas a gestionar sus recursos y su economía doméstica y se les dotará de un kit de materiales para facilitarles la gestión y la eficiencia energética.

El kit contendrá un medidor de consumos eléctricos o de gas, dispositivos para el ahorro de agua un enchufe termorregulador, regletas eléctricas, burletes para ventanas y películas de protección solar, un cubo de separación de residuos y compostaje, unas bombillas de bajo consumo, un cargador solar y un termostato programable y purgador radiadores.

López ha avanzado que el proyecto se desarrollará en el segundo semestre del año y que tendrá varias fases que empiezan por la de la propia selección de las familias participantes y comprobar los contratos de energía que tienen y optimizarlos.

Después habrá una fase de sensibilización y de utilización de los elementos para la medición del consumo eléctrico o de gas, otra posterior en la que se incidirá en que cambien sus hábitos de consumo energético sin que les suponga ningún coste añadido y otra fase en las que se les asesorará en la aplicación de medidas de eficiencia energética.

Posteriormente, se aplicará otra fase más profunda, que estará muy focalizada en la energía, pero que incluirá también otros aspectos como el consumo de agua o la gestión de los residuos, ha añadido el director de la Asociación de Ciencias Ambientales.

Además, el proyecto tiene otro objetivo indirecto que es propiciar las acciones enmarcadas en la lucha contra el cambio climático.

Por otra parte, tanto López como el coordinador del Área de Consumo de la Consejería de Sanidad, Fernando Salcedo, han subrayado que la intención es que el proyecto tenga un "efecto altavoz" y que pueda extenderse progresivamente de manera que se puedan evitar situaciones de pobreza energética, en muchas ocasiones con un simple cambio de hábitos.

En este sentido, Salcedo ha apuntado que los resultados de esta experiencia se harán llegar a las oficinas municipales de información al consumidor (OMIC), para que pueda beneficiarse el conjunto de la población castellano-manchega. 

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