Un tercio de los alumnos españoles cree muy negativa la experiencia del confinamiento

Así se desprende de una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre tendencias en la sociedad digital durante la covid, que apunta que un 94 % no recibió ayuda para disponer de equipamiento informático o de conexión a internet para que pudiera hacer sus tareas
Un tercio de los alumnos españoles cree muy negativa la experiencia del confinamiento
photo_camera Un tercio de los alumnos españoles cree muy negativa la experiencia del confinamiento

Más de un año después del inicio de la pandemia de coronavirus, un tercio de los estudiantes españoles tacha de “muy negativa” la experiencia del confinamiento y cree que la única fórmula válida es la educación presencial.

Así se desprende de una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre tendencias en la sociedad digital durante la covid, que apunta que un 94 % no recibió ayuda para disponer de equipamiento informático o de conexión a internet para que pudiera hacer sus tareas.

El sondeo refleja que durante el último año un 90,2 % de los centros educativos estableció algún procedimiento de apoyo a distancia para mantener la enseñanza, frente a un 7,5 % que no.

A la pregunta del CIS -solo a quienes tienen conexión en casa y son estudiantes- respecto a si la experiencia del confinamiento durante la pandemia ha sido muy negativa y demuestra que la única fórmula válida es la educación presencial, un 32,2 % señaló que está de acuerdo con esa afirmación frente al 63,6 % que expresó su desacuerdo.

Además, el 86 % de los alumnos afirmó que la educación presencial es imprescindible, pero deberían incorporarse algunas actividades online, de manera creciente acorde con la edad -solo un 11 % se expresó disconforme con esta premisa-.

A lo largo del sondeo, el CIS distingue entre las preguntas planteadas al conjunto de entrevistados; aquellas que se realizaron a quienes tienen conexión a internet en su casa y han convivido en su domicilio durante la pandemia con niños o jóvenes en edad escolar, y aquellos que son estudiantes.

Antes de la irrupción de la crisis sanitaria, la mayoría de los centros (59 %) no realizaba de forma habitual actividades docentes ni talleres y sólo un 14,5 % era de formación total o mayoritariamente online.

Los resultados del estudio sociológico reflejan que la mayoría de los centros y profesores han hecho un enorme esfuerzo por adaptarse a marchas forzadas a las circunstancias sobrevenidas y que han tenido que improvisar métodos y protocolos online para impartir los conocimientos (un 91,7 %).

A la pregunta de si el centro educativo se desentendió de los alumnos que tenían dificultades de conexión, un 23 % respondió de manera afirmativa y un 66,4 % lo contrario.

Durante el año de la pandemia, casi cuatro de cada diez encuestados señaló que conversó telefónicamente con cada profesor; el 95 % mantuvo videocomunicaciones directas por ordenador o móvil; el 81 % usó vídeos o audios grabados por los maestros con el contenido de las clases suspendidas, y un porcentaje similar recibió clases magistrales.

En cuanto a si los docentes están altamente cualificados para usar métodos digitales en la educación, casi el 42 % dijo que sí, frente a un 53,3 % que respondió negativamente, y casi nueve de cada diez opinó que han podido adaptarse a la situación usando internet y otras tecnologías digitales.

Cerca de un 61 % señala que estos profesionales se han sentido desbordados por la situación, mientras que un 31 % considera que no.

Solo un 13 % afirmó que le resultó muy difícil o imposible contactar con los profesores por internet o por teléfono -un 86 % explicó que eso no les ocurrió-.

Y únicamente el 5,5 % afirmó que había recibido alguna ayuda para disponer de equipamiento informático o de conexión a internet para que los niños o jóvenes realizaran sus tareas educativas (el 94 % dijo que no).

En el caso de quienes la obtuvieron, el 63,5 % señaló que la recibieron de un centro educativo y un 27 % de una administración pública.

En la mayoría de los casos la ayuda ha consistido en una táblet u otro equipo informático (44,4 %); una ayuda económica (3,7 %); un descuento especial (8,7 %); una enseñanza o adiestramiento (4,4 %) y un ordenador cedido o prestado (24,8 %).

Un aspecto positivo es que la necesidad de estar confinados total o parcialmente en el domicilio durante la pandemia ha tenido como resultado que el 59 % de los encuestados afirmó haber participado de manera más activa en la educación de los niños o jóvenes, aunque un 39,8 % contestó que no. 

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