OIM: Hablar de crisis migratoria y avalanchas en España es falso y, además, dañino

En lo que va de año, 15.798 personas han alcanzado las costas españolas de forma irregular
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photo_camera OIM: Hablar de crisis migratoria y avalanchas en España es falso y, además, dañino

En lo que va de año, 15.798 personas han alcanzado las costas españolas de forma irregular, una cifra que, como puntualiza la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ni siquiera llena un estadio; por ello, pide superar relatos como los de crisis migratoria o avalanchas porque, "además de dañinos, son falsos".

"¿Qué son 30.000, 40.000, 60.000 personas que llegan a un país en un año? Ése es el número que se mueve en un concierto, en un partido de fútbol o en un evento importante. ¿Es de verdad una crisis?", se pregunta en una entrevista con Efe la responsable en España de esta organización, María Jesús Herrera.

Además, las cifras acumulan años a la baja: hasta el pasado jueves, 53.844 inmigrantes llegaron en patera a Europa frente a los 77.528 del mismo periodo del año anterior, un 30% menos, según datos de la OIM; en el caso del Mediterráneo occidental, la ruta española, han sido 15.978, prácticamente la mitad que en 2018, cuando fueron 32.272.

Son varios los factores que explican esta disminución, empezando por el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de Naciones Unidas firmado en diciembre por más de 150 países en Marrakech, así como los logrados entre la UE y Turquía y Libia, explica Herrera.

En el caso español, ha sido fundamental el acuerdo por el que la UE ha prestado a Marruecos un apoyo para la gestión fronteriza de 140 millones de euros, así como el convenio bilateral entre el país norteafricano y España para profundizar en su cooperación en la lucha contra la delincuencia en el ámbito de la inmigración, el terrorismo y la seguridad.

MAFIAS: MÁS PELIGROS, MÁS MUERTES

La única ruta en la que ha vuelto a aumentar el flujo migratorio es en la oriental, la de Grecia y Chipre: 29.942 llegadas frente a las 21.172 de 2018.

Desde la OIM no pueden decir que "haya habido un traspaso" de la ruta occidental a la oriental porque los perfiles y nacionalidades de las personas que llegan a una y otra (Marruecos y países del África subsahariana en la española y Afganistán y Siria en la griega) son muy diferentes.

Pero tampoco pueden negar "totalmente que haya personas que piensan cambiar cuando en una lo ven más difícil". "Aquí el papel de las mafias es esencial. Igual que nosotros analizamos los datos, ellas también, y tristemente -lamenta- la velocidad con la que se mueven es mucho mayor con la que lo hacen los gobiernos e instituciones".

También a ellas se debe que las muertes en el Mediterráneo no bajen al mismo ritmo, sobre todo en la zona central, la de Italia y Malta, donde las llegadas han caído un 66% (8.104 este año frente a las 24.084 del pasado), pero los fallecimientos solo lo han hecho un 49% (649 y 1.260, respectivamente).

En total, 929 personas han perdido la vida tratando de llegar a Europa, 229 de ellas a España y 58 a Grecia; el año pasado se ahogaron 1.829, un 49% más.

¿A qué se debe? "A que los peligros son mayores y a que las mafias corren cada vez más riesgos con las personas. Si hay 15.000 llegadas menos, han dejado de ganar ese dinero y lo intentan recuperar arriesgando, con embarcaciones cada vez peores".

HACIA UNA MIGRACIÓN COMO OPCIÓN LIBRE

¿Cómo se puede, si se puede, evitar? La OIM apela por una migración "ordenada, digna y segura", porque solo así marcharse del país propio se convertirá en "una opción que uno puede elegir libremente y no porque no tenga otra".

¿Y qué son esas vías ordenadas, legales y seguras de las que tanto se oye hablar? Por ejemplo, la migración circular o el sistema de cupos, que garantizan que las personas vienen contratadas desde sus países de origen para realizar trabajos determinados.

"Si hay sectores como el de los cuidados o el campo que ya sabemos que necesitamos trabajadores, pues vamos a organizarlo bien", enfatiza Herrera, quien reconoce que este tipo de proyectos tienen "inconvenientes y algunos errores" que hay que mejorar, pero considera que siempre van a ser "muchísimo más dignos" que un trabajo irregular.

Sucede a menudo que los migrantes "llegan y no saben que no pueden trabajar. A diario vemos personas que nos dicen: 'si yo hubiera sabido esto, no habría venido'"; por eso, aboga por fomentar entre ellos campañas de información.

Porque también ocurre muchas veces que "no quieren manifestar su fracaso, por lo que hay que animarles a decir la verdad a sus amigos, a sus familias y, si no les va bien, que lo reconozcan".

Así, la OIM trabaja mucho por enaltecer el retorno voluntario porque, subraya, es "una opción digna". "Es como cuando te independizas pero por circunstancias tienes que volver a casa de tus padres. No pasa nada, es circunstancial", tranquiliza.

En este sentido, la organización desarrolla programas de ayuda, ya sea económico o de otro tipo, para que rescaten "la fortaleza" y "la valentía" que tuvieron para salir de sus países, pero ahora para regresar a ellos.

EUROPA "NECESITA" INMIGRANTES

Con todo, lo importante es concienciarse de que "hay que cambiar el relato, porque ya no es negativo ni de crisis, sino de circunstancias, de que el mundo es así porque estamos construyendo ciudadanos del mundo".

"La migración es algo que ha ocurrido, ocurre y seguirá ocurriendo; vamos a superar el enfoque de crisis y vamos a empezar a buscar soluciones a corto, a medio y a largo, que no son las mismas", explica.

A corto, "hay que apoyar y asistir a las personas; a medio, hay que hacer que tengan una integración lo mejor posible en los países de acogida y, a largo, hay que trabajar con los países para que la cooperación al desarrollo funcione".

¿Será posible en el escenario actual? "La esperanza hay que mantenerla; la migración regular es algo que todos los gobiernos quieren, pero hay que analizar dónde, cómo y cuándo. Si se pueden hacer grandes cosas, pues perfecto, si son pequeñas, pues también, pero hay que empezar, y creemos que hay cierta actitud, tanto en Bruselas como en España", celebra.

De todos modos, los gobiernos "no van a tener más remedio porque es que analizando las cifras demográficas hay una realidad: Europa necesita inmigrantes".

PERO LO PRIMERO SON LAS VIDAS

Con la misma esperanza acoge el cambio de Gobierno en Italia para que situaciones como la que sufrió el Open Arms el pasado mes de agosto, que pasó 20 días en el mar esperando un puerto con más de un centenar de personas a bordo, no se vuelva a repetir.

"Los seres humanos están por encima de cualquier situación administrativa que tengan; los países son libres y tienen la potestad para determinar quién entra y quién sale de sus fronteras porque son soberanos, pero hay convenios y acuerdos internacionales que han suscrito y que tienen que ser cumplidos. Lo primero es salvar vidas", concluye.

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