El calor gana al otoño: octubre deja máximas históricas y falta de lluvia en Castilla-La Mancha
Castilla-La Mancha ha vivido un mes de octubre inusual por su calor persistente y la escasez de lluvias, consolidándose como uno de los más cálidos de las últimas décadas en la región. Con una temperatura media de 16,8 grados, más de dos por encima del promedio histórico, los datos confirman un comportamiento climático marcado por el calor y la sequedad atmosférica.
La Comunidad Autónoma registró así el sexto octubre más cálido desde 1941, una cifra que refleja el ascenso sostenido de la temperatura en la región y que se suma a una tendencia de otoños cada vez más templados. Tanto las máximas como las mínimas se comportaron de manera excepcional para la época, acentuando la sensación de un otoño que se resiste a llegar.
Un calor extendido por toda la región
La temperatura media de las máximas se situó en 22,9 grados, casi tres grados por encima de lo normal, mientras que las mínimas alcanzaron los 10,7 grados, con una anomalía de más de dos grados. Esto implica que octubre fue caluroso durante el día y extraordinariamente templado por las noches, una combinación poco habitual en estas fechas.
En todas las provincias el comportamiento fue muy cálido. Toledo y Ciudad Real registraron los terceros valores más altos en sus series históricas; Cuenca y Guadalajara marcaron el sexto registro más elevado y Albacete el séptimo. El calor fue una constante territorial.
El episodio cálido más notable se concentró entre los días 3 y 8, cuando se superaron los 32 grados en puntos de Ciudad Real como Almadén y Puebla de Don Rodrigo, y también en Talavera de la Reina. Esta última estación batió un récord centenario al alcanzar una temperatura media mensual de 20,2 grados, superando su anterior máximo registrado en 2017.
Noches inusualmente cálidas
Además de los valores diurnos, octubre dejó algunas noches destacadas. La del día 23 resultó atípicamente cálida, con mínimas que no bajaron de los 18 grados en lugares como el embalse de la Fuensanta, Oropesa, Talavera o El Robledo. Un registro que evidencia la alteración térmica incluso en ausencia de sol.
Sin embargo, y aunque de forma puntual, el mes también dejó notar el frío más propio del otoño. Los días 27 y 28, las mínimas descendieron por debajo de un grado bajo cero en estaciones como Cañadas de Nerpio, Munera, Tembleque o Molina de Aragón, en un breve episodio frío que no llegó a contrarrestar la excepcionalidad cálida del conjunto del mes.
También se superaron marcas históricas, como la máxima absoluta anotada en el aeropuerto de Albacete, donde el 8 de octubre se alcanzaron 33,9 grados, récord desde 1974.
Déficit de lluvias y ambiente muy seco
El balance pluviométrico también se situó lejos de lo habitual. En conjunto, octubre tuvo un carácter seco, con una precipitación media de 37,8 litros por metro cuadrado, lo que representa tan solo el 64 % de lo normal en la región.
El comportamiento fue desigual pero con predominio de la falta de lluvias:
• Normal en Albacete y Cuenca
• Seco en Ciudad Real y Toledo
• Muy seco en Guadalajara
Los registros más abundantes se concentraron en la Serranía de Cuenca, con 84 litros en Salvacañete, y en zonas de Ciudad Real como El Robledo, que superó los 80 litros en el mes. No obstante, algunas estaciones no alcanzaron los 10 litros, dejando amplios territorios bajo déficit hídrico relevante.
El día 29 se produjo el único episodio lluvioso significativo del mes, cuando en Fuencaliente se recogieron 50 litros en apenas unas horas, mientras que Puertollano y de nuevo El Robledo acumularon 37 litros.
Pocas tormentas y episodios de viento
La actividad eléctrica dejó solo siete días de tormentas, con 2.749 rayos contabilizados, una cantidad muy baja para octubre. El viento tampoco fue protagonista salvo entre los días 21 y 25, con rachas fuertes de suroeste que alcanzaron 79 km/h en Zaorejas.
En conjunto, el mes mostró una atmósfera estable, pocas irrupciones húmedas y dominio casi continuo de masas de aire cálido.
El reflejo de una tendencia climática
El análisis de la evolución térmica del mes revela un inicio muy cálido, seguido por un corto periodo ligeramente más fresco, un repunte muy intenso entre los días 23 y 25 y un final de mes de nuevo caluroso. La escasez de lluvia, concentrada en un único episodio, refuerza la sensación de un clima más árido y extremo.
Los datos consolidan la percepción de que Castilla-La Mancha camina hacia otoños más cálidos y secos, un síntoma claro del calentamiento atmosférico que ya condiciona sectores clave como agricultura, gestión del agua y ecosistemas.
Aunque los valores aún deberán someterse a validación técnica definitiva, todo apunta a que octubre de 2025 quedará inscrito como uno de los meses más destacadamente cálidos en la Estadística Climática de la región.