Los obispos españoles han advertido este lunes que juzgarán al próximo gobierno por sus actos y han exigido "respeto" al derecho de los padres a elegir la educación religiosa de sus hijos tras mostrar "perplejidad" ante las opiniones de representantes políticos que han provocado "sobresaltos", en clara alusión a la ministra de Educación, Isabel Celáa.
"En los últimos días personas con responsabilidades políticas han emitido opiniones sobre nuestra situación; unas claras que tranquilizan, otras bastantes oscuras que dejan perplejidad y otras de carácter reivindicativo que crean sobresaltos", ha afirmado el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, en el discurso inaugural de la CXIV Asamblea Plenaria.
Este es el primer acto público de la CEE tras las elecciones del 10-N y el anuncio de un preacuerdo entre PSOE y Unidas-Podemos, un acuerdo que, inicialmente, no inquieta a la Iglesia, que ha asegurado que sólo juzgará al Gobierno por sus actos.
Así lo ha indicado el secretario general de la CEE, Luis Argüello, que ha avanzado que los obispos españoles no felicitarán a Pedro Sánchez por su victoria electoral hasta que no logre formar Gobierno.
La Iglesia española ha pedido también que en esta negociación para alcanzar un Gobierno se ponga el acento en el respeto a la Constitución, ya que se trata de "conjugar a muchos partidos políticos".
Buena parte del discurso de Blázquez ha estado centrado en defender la Constitución y en destacar su importancia en la crisis que vive Cataluña.
De esta manera, Blázquez ha afirmado que la Carta Magna "no tiene fecha de caducidad ni está limitada a algunas generaciones", aunque sí está abierta a "posibles reformas para las cuales la misma Constitución ha indicado el procedimiento".
Sobre Cataluña ha destacado que "la concordia de todos dentro de las legítimas diversidades es un bien inestimable" y ha confiado en que "la tentación del caos no prevalezca nunca sobre la unidad asegurada por la Constitución".
En el mismo sentido se ha pronunciado Argüello, que ha advertido de que en el momento actual hay algunas cuestiones que hacen que el texto constitucional y su espíritu esté "puesto en entredicho".
Se ha referido a Cataluña y a la necesidad de buscar una salida desde el diálogo y el encuentro, para lo que es necesario contar con un marco común de referencia que sea aceptado por todos los que dialogan, "incluso para poder cambiar la propio marco".
Sin citarla, Blázquez ha aludido a las declaraciones de la ministra de Educación, Isabel Celaá, que la semana pasada afirmó que la libertad de los padres a elegir un centro de enseñanza no es "emanación estricta de la libertad reconocida en el artículo 27 de la Constitución".
A su juicio, estas manifestaciones "rozan con frecuencia" aspectos fundamentales de la Constitución, un texto que se elaboró "escuchando a todos y sin excluir a nadie". "Sería preocupante desconocer y minusvalorar este hito fundamental de nuestra historia contemporánea".
Por su parte, la ministra de Educación ha dicho que el Gobierno no ha cambiado "para nada" su tratamiento a la red concertada, por lo que ha comentado que si "alguien o alguienes están interesados en cambiar ese tratamiento que lo diga y que diga por qué".
Ha explicado que desde el Ejecutivo no tienen "ningún otro tratamiento" que el que llevan a cabo "hasta la fecha, con respeto" a la concertada y ha recordado que "la educación es un derecho fundamental que implica la obligación correlativa de los poderes públicos para prestarlo".
El presidente de la CEE también ha hablado en su discurso de la libertad religiosa y ha asegurado que la fe "no se puede imponer ni impedir" y el derecho a la libertad religiosa -ha afirmado- "está en el cimiento y en el corazón de los demás derechos de la persona".
"La humanidad no puede ser familia de hermanos bien avenidos sin el respeto y la promoción de la libertad religiosa", ha señalado.
En este sentido, Blázquez se ha referido a un documento de la Comisión Teológica Internacional en el que se denuncia que la "neutralidad ideológica" de una cultura política que prescinde de toda justificación ética y toda aspiración religiosa "muestra la tendencia a elaborar una ideología de la neutralidad que impone la marginación, cuando no la exclusión, de las expresiones religiosas de la esfera pública".
"Lo religioso forma parte del bien común de una sociedad", ha aseverado Blázquez.
El presidente de la CEE ha dedicado una parte de su discurso a hablar de los cuidados al final de la vida y ha pedido que no se "instrumentalice la enfatizada crueldad del dolor del enfermo, silenciando la ayuda de los cuidados paliativos".
Ha advertido de que la misión de la medicina de cuidar al enfermo incluso cuando no hay cura "no se cumple sin el respeto a la dignidad inviolable de la vida humana y sin la generosidad de las personas, de las familias, de la sociedad y del Estado".
