Mujeres africanas de Castilla-La Mancha denuncian la "clandestinidad" de la ablación

Según datos de Unicef, más de 200 millones de niñas y mujeres vivas en todo el mundo se han visto sometidas a la resección del clítoris y otras 30 millones corren el riesgo de sufrirla en la próxima década
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Mujeres africanas residentes en Castilla-La Mancha han denunciado la “clandestinidad” de la Mutilación Genital Femenina (MGF), una práctica que aún prohibida en muchos países de África se sigue realizando en la intimidad de los hogares y cada vez a edades más tempranas.

Médicos del Mundo de Castilla-La Mancha trabaja, desde hace años, por la erradicación de la ablación al ser una “práctica cultural nociva” que vulnera los derechos humanos de mujeres y niñas, tiene sus raíces en la desigualdad de género y es "una forma de violencia contra las mujeres", tal y como denuncia a Efe la mediadora de Médicos del Mundo en la región, Aisse Cisse N'Diayer.

Con motivo del Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina este 6 de febrero, Médicos del Mundo ha organizado para este viernes, entre las 16.00 y las 18.00 horas, un foro virtual de activistas contra la ablación que contará con la participación de mujeres africanas que defienden la abolición de esta práctica.

Según datos de Unicef, más de 200 millones de niñas y mujeres vivas en todo el mundo se han visto sometidas a la resección del clítoris, otras 30 millones corren el riesgo de sufrirla en la próxima década, aunque se desconoce "el número real de afectadas, ya que en los últimos años se realiza en la intimidad de la familia", alerta Aisse Cisse N’Diayer, que también es la encargada de impartir talleres con la comunidad africana, en los que trata de concienciar a las familias sobre la “brutalidad” de la ablación.

Recuerda que la MGF está culturalmente muy arraigada en más de 30 países africanos, la mayoría de ellos de la franja subsahariana, y aunque la mayoría de ellos ya han aprobado leyes que prohíben esta práctica, “las familias siguen realizando la mutilación de forma clandestina, lo que la invisibiliza todavía más”, lamenta.

Y aunque las campañas internacionales y las leyes han permitido reducir la incidencia, también han provocado que el ‘bondo’ se realice a edades más tempranas, de forma que si hace años se practicaba en el tránsito “de niña a mujer”, explica Aisse Cisse N'Diayer, en la actualidad “se está haciendo desde que la niña tiene una semana de vida hasta que cumple los dos años”.

Según el último padrón publicado por el INE, a 1 de enero de 2020, en Castilla-La Mancha había 46.144 migrantes empadronados procedentes del continente africano, de los cuales algo más de 2.000 son mujeres originarias de países subsaharianos.

Aissatou Diallo llegó hace 13 años a Albacete gracias al programa de reagrupación familiar. Originaria de Guinea Conakry, impulsó en esta ciudad la Asociación de Mujeres Africanas, de la que forman parte 43 asociadas que sufrieron en sus cuerpos la mutilación de sus genitales.

Explica que en las zonas más rurales de los países subsaharianos, el ‘khutna’ se sigue realizando a las niñas para evitar embarazos indeseados y conseguir que lleguen vírgenes al matrimonio.

"Cuando nos cortan los genitales nos eliminan el deseo sexual”, dice Aissatou Diallo, quien lamenta que la MGF les impida "disfrutar del derecho al placer y del sexo".

Para esta guineana empadronada en Albacete, es muy “importante” la formación de los hombres africanos, porque argumenta que en países como del que ella es originaria, "lo normal es que si no pasas por la mutilación seas rechazada, no seas nadie, una apestada social".

La educación es pilar fundamental para caminar hacia la abolición de esta práctica. Con más de un 70% de su alumnado migrante, el colegio público ‘César Cabañas Caballero’ de Recas (Toledo) viene activando desde hace años un protocolo de prevención de la MGF, dado que un buen número de sus escolares proceden del África subsahariana.

Gonzalo Ballesteros Meneses, que participará en el foro virtual de este, es el director del centro educativo y confía en la fuerza de la información para disuadir y convencer a aquellas familias que aprovechan las vacaciones escolares para visitar sus países de origen y someter a sus hijas a esta resección del clítoris.

Es importante actuar a tiempo”, considera Gonzalo Ballesteros, que explica que, ante la sospecha de un viaje de esas características, el colegio activa un protocolo consistente en reunirse con la familia y hablarles de esta práctica “sin intentar juzgarles, porque es un tema muy complejo y complicado”.

Las consecuencias para la salud de sus hijas, pero especialmente las legales, son las que finalmente pueden persuadir, especialmente a los padres, de seguir con la idea de mutilar los genitales a sus hijas.

Para asegurarlo, la familia debe firmar un compromiso preventivo que el colegio de Recas remite a los servicios de Pediatría, donde se somete a las menores a una revisión previa al viaje.

Ese compromiso preventivo sirve, a su vez, a las familias para justificar ante sus padres y abuelos la no ablación, dado que en sus países natales “reciben muchas presiones”, afirma Ballesteros.

En el caso de que alguna familia se niegue a firmar este compromiso preventivo, una circunstancia que el director del centro ha tenido que enfrentar en un par de ocasiones, el colegio lo pone en conocimiento de la Fiscalía de Menores para que le retire el pasaporte a la menor, con el objetivo de que no pueda viajar. 

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