Los Municipios Ribereños subrayan que defenderán el agua como patrimonio de todos

"Frente a la codicia de la agricultura industrial"
Borja Castro, presidente de la nueva Mancomunidad de Aguas de Entrepeñas y Buendía
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La Mancomunidad de Aguas de Municipios Colindantes de los Embalses de Entrepeñas y Buendía han asegurado que, "frente a la codicia de la agricultura industrial", su objetivo en la Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura es defender "el patrimonio de todos los españoles" y representar los intereses del Tajo. 

En un comunicado de prensa, esta mancomunidad ha respondido a las declaraciones de los consejeros de Agricultura de Murcia y Andalucía, Antonio Luengo y Carmen Crespo, respectivamente, quienes este viernes han defendido la continuidad del trasvase del Tajo al Segura y han afirmado que no van a "permitir que se juegue con el futuro de los agricultores".

En cambio, el presidente de dicha mancomunidad, Borja Castro, ha advertido de que a los municipios ribereños no les "podrán parar" y que, a pesar de que la llegada de esta mancomunidad a la mesa de explotación del trasvase "levanta ampollas entre aquellos políticos obstinados en primar el interés económico de un lobby pequeño pero poderoso frente al patrimonio de todos los españoles", estos municipios tendrán voz en la comisión que decide los trasvases. 

"El agua no es como los hidrocarburos y no debe valorarse jamás su rendimiento económico por encima del medioambiental. La supervivencia del río y de las especies que lo habitan, así como el agua para boca, debe primar siempre", ha defendido Castro. 

Asimismo, ha considerado que "la ley es clara" en cuanto a la prioridad de todos los usos de la cuenca cedente, incluidos los recreativos, pero ha denunciado que los beneficiarios del trasvase no quiere que se escuche la postura de los ribereños.

Ha denunciado que, en cambio, quieren ser ellos quienes marquen cuáles son las necesidades de estos municipios cercanos a Entrepeñas y Buendía, "siempre supeditadas al interés económico de una industria alejada del agricultor tradicional, que tampoco tiene acceso al agua".

A su modo de ver, "el problema no es la falta de agua", sino que "unos pocos aguatenientes han hecho de la agricultura de regadío una industria insostenible, sobrexplotando recursos, multiplicando hectáreas y cosechas a base de fertilizantes y agua subvencionada, convirtiendo el Levante en un páramo, envenenando el Mar Menor, secando el Tajo y arruinando a nuestros municipios". 

En la misma línea, la presidenta de la Asociación de Municipios Ribereños, María de los Ángeles Sierra, ha explicado que los embalses están construidos para el abastecimiento de agua y el suministro eléctrico, son de gestión plurianual y que, si no fuera por el trasvase, podrían soportar hasta cinco de años de sequía. 

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