Los mitos de la mutilación genital: garantía de limpieza, virginidad y fidelidad

Son algunos de los mitos de la ablación que un grupo de mujeres de la Asociación de Mujeres Africanas de Castilla-La Mancha (Amaclam) y Médicos del Mundo (MDM) tratan de desmontar con talleres de prevención, educación y formación
Los mitos de la mutilación genital: garantía de limpieza, virginidad y fidelidad
photo_camera Los mitos de la mutilación genital: garantía de limpieza, virginidad y fidelidad

"Desde pequeñas nos enseñan que la mutilación genital femenina la dicta el Corán y que quienes se someten a esta práctica son más limpias, más fieles, llegan vírgenes al matrimonio y hacen mejor las tareas del hogar". Son los mitos de la ablación, una práctica contra la que también se lucha en España, donde hay 18.000 niñas en riesgo de ser mutiladas según los datos de las oenegés que manejan las instituciones.

Son algunos de los mitos de la ablación que un grupo de mujeres de la Asociación de Mujeres Africanas de Castilla-La Mancha (Amaclam) y Médicos del Mundo (MDM) tratan de desmontar con talleres de prevención, educación y formación que dirigen tanto a adolescentes procedentes de países subsaharianos donde se practica la mutilación como a profesionales del sistema sociosanitario y docentes.

Una de esas mujeres es la maliense Aisse Dansoko, hija de una matrona tradicional y de un imán, que llegó a España hace dieciocho años y narra, en una entrevista con Efe con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, que se conmemora este jueves, su experiencia como mediadora intercultural de Médicos del Mundo, ONG para la que trabaja en Castilla-La Mancha desde 2018.

EN ESPAÑA HAY 18.000 NIÑAS EN RIESGO DE SUFRIR ABLACIÓN

En España viven casi 70.000 mujeres procedentes de países donde se practica la mutilación genital femenina y, de ellas, más de 18.000 son menores de 14 años y están en riesgo de ser mutiladas, una cifra que en Europa ronda el medio millón según los últimos datos del Parlamento Europeo y de diversas ONG expertas en la materia.

Es una violación de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, una forma de violencia contra la mujer, según ha determinado la ONU y los principales organismos internacionales.

"Lo más importante -insiste Aisse Dansoko- es desmontar todos los mitos que hay en la sociedad africana sobre esta práctica", que consiste en la ablación parcial o total de los genitales externos de la mujer o en otras lesiones de los órganos genitales, causados por razones culturales u otras y no con fines terapéuticos.

Mitos avalados por la costumbre y la tradición, que determinan el papel de la mujer dentro de la comunidad y con los que se pretende controlar su sexualidad y fomentar la castidad. 

Se cree que mitiga el deseo sexual, garantiza la fidelidad e incrementa el placer sexual masculino, que las mujeres no mutiladas no pueden concebir, que mejora y facilita el parto, y que se arriesga la vida del recién nacido si al nacer toca el clítoris.

Además, la mujer no mutilada es considerada sucia y, por lo tanto, se le prohíbe manipular agua y alimentos, y se le enseña que los genitales sin mutilar carecen de belleza y son excesivamente voluminosos.

Y se justifica esta práctica, considerada como una de las más graves violencias de género, amparándose en la religión, con la falsa creencia de que se trata de un precepto islámico emanado del Corán.

NI QUIENES LA PRACTICAN NI QUIENES LA SUFREN SABEN LA VERDAD

En este contexto, explica a Efe la antropóloga y Referente Política del Grupo de mutilación genital femenina de España de Médicos del Mundo, Idoia Uarte, es necesario tener muy presente que, en la mayoría de los casos, tanto las personas que la practican como las familias y las víctimas desconocen la relación entre la mutilación y el daño que genera.

De ahí la importancia de esgrimir como argumento para erradicar esta práctica las graves consecuencias que tiene para la salud y la vida, a corto y largo plazo, de las niñas y las mujeres.

EDUCACIÓN CONTRA MUTILACIÓN

"Durante muchos años se ha relacionado la mutilación con la religión y no tiene nada que ver", asegura la mediadora del Médicos del Mundo.

El problema, explica Dansoko, es que quienes piensan así no han ido a la escuela, han aprendido el Corán por el boca a boca. "No lo han leído, no saben que no pone lo que les están contando".

Cuando les damos toda la información y ponemos como ejemplo a mujeres de países musulmanes en los que no se practica la ablación se dan cuenta de que lo que les han enseñado no es cierto.

Tampoco cuentan con ningún tipo de educación sexual y desde pequeñas se les inculca que la mutilación protege su salud y no lo contrario.

"UNA REACCIÓN EN CADENA"

Nuestro trabajo consiste en darles toda la información disponible, hablar de salud sexual y, poco a poco, hacerles ver que nada de lo que les han contado es verdad y que el Islam no lo impone.

Destacan ambas expertas que la reacción de la comunidad africana es diferente en función de cómo se aborda el tema. Hay que hacerlo sin ofender, con diálogo y con un profundo conocimiento de su cultura y, por supuesto, sin juzgar, culpabilizar o estigmatizar a la víctima.

Porque "si no se hace con competencia cultural lo reciben como imposición, como un rechazo a su cultura. Y, como en cualquier sistema patriarcal, cuando una cultura se siente amenazada lo que hace es perpetuar ciertas practicas y, las prácticas culturales que más se reafirman son aquellas que atentan contra las mujeres", asevera la profesora universitaria.

Es necesario trabajar con las tradiciones culturales locales, y no contra ellas, coinciden los expertos.

El trabajo debe ir enfocado a modificar las actitudes individuales relacionadas con la mutilación y, al mismo tiempo, abordar las nociones arraigadas en grupos sociales más amplios.

Se trata de hacer visibles las actitudes que favorecen el abandono de la práctica para que las familias sepan que no están solas y generar una reacción en cadena contra la mutilación genital.

MUTILACIÓN: VIOLENCIA DE GÉNERO

"Combatir la mutilación genital femenina es tarea de todos", no solo de los africanos. Se trata de una de las mayores expresiones de la violencia de género, remarcan tanto Dansoko como Ugarte.

Por ello, es necesario hacer partícipes a los hombres, explica la mediadora, que "no son conscientes de lo que supone para las mujeres".

Hay que tener en cuenta, señala, que se trata de una sociedad polígama. Las mujeres están acostumbradas a fingir, a esconder el dolor y los problemas que conlleva la mutilación porque "no quieren que sus maridos las vean quejarse y eso los lleve a casarse con otra mujer o a rechazarlas".

COMPROMISO PREVENTIVO, HERRAMIENTA ESPAÑOLA DE LUCHA

España cuenta, desde 2015, con un protocolo de prevención de la mutilación, que incluye una herramienta muy efectiva para evitar la ablación: El compromiso preventivo.

Es un documento desarrollado para que los progenitores de las niñas puedan utilizarlo en sus viajes a sus países como elemento de apoyo en su decisión de no practicar la MGF a sus hijas.

Lo firma el pediatra o médico del centro de salud que certifica que las niñas no han sido mutiladas y en él los padres se comprometen a no someterlas a la ablación.

Además, se les recuerda que en España es un delito penado con cárcel, explica a EFE Luisa Antolín Villota, técnico de los programas de promoción de la Salud Sexual e Intervención ante la Mutilación Genital de la Unión de Asociaciones de Familiares (UNAF).

"Antes cuando íbamos de vacaciones a nuestros países solo podíamos decir que en España es una práctica prohibida, ahora tenemos un papel donde lo pone y con un montón de sellos oficiales y es mucho más efectivo", asevera Aisse.

Porque, "una cosa es contar con la información aquí en España y otra muy diferente atreverse a dar el paso en África".

SANIDAD Y EDUCACIÓN, COLABORACIÓN NECESARIA

Tanto Ugarte como Dansoko destacan la necesidad de la colaboración entre la comunidad sanitaria, educativa, universitaria, judicial y, por supuesto, política, para conseguir una efectiva atención multidisciplinar.

Las dos trabajan en Castilla-La Mancha, donde Médicos del Mundo ha formado a más de 400 profesionales del ámbito sanitario, educativo y social, y se han realizado varias investigaciones sobre esta materia que reflejan la necesidad de formación de los profesionales de todos los sectores afectados y la actualización de los datos y el protocolo.

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