El mercado laboral español penaliza la maternidad, sobre todo a las madres de 30 años

Son las principales conclusiones del estudio "¿Existe penalización por maternidad?", impulsado por el Observatorio Mujer e Igualdad de la Fundación Promoción Social

El mercado laboral español penaliza la maternidad, sobre todo a las madres de 30 años
photo_camera El mercado laboral español penaliza la maternidad, sobre todo a las madres de 30 años

El mercado laboral castiga la maternidad en términos de salario, sobre todo cuando se tienen más hijos y estos son más pequeños, y es "especialmente dañino" ser madre para las mujeres de 30 años, que pierden aproximadamente 5.000 euros al año.

Son las principales conclusiones del estudio "¿Existe penalización por maternidad?", impulsado por el Observatorio Mujer e Igualdad de la Fundación Promoción Social, y realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con la Universidad de Sevilla, que ha sido presentado este martes.

En la clausura del acto, la secretaria de Estado de Igualdad, Soledad Murillo, ha subrayado que más que hablar de maternidad, hay que hacerlo de maternidad-paternidad, ya que la llegada de un hijo "es algo muy importante para las parejas", y ha preguntado a las empresas si contratan tiempo o talento, porque si es este último no se debería penalizar a las mujeres con hijos.

El trabajo, que se ha llevado a cabo analizando datos de la agencia tributaria y de la Encuesta de Población Activa (EPA), entre otras fuentes, constata que las dos variables que más inciden son la edad de los hijos y el número, de tal forma que pasar de uno a dos descendientes incrementa la "penalización" del 6 al 14 %, ha señalado Viviana González, coautora de la investigación.

El director del grupo de investigación "Políticas de familia" de la Complutense, Antonio Jesús Sánchez, ha explicado que tener descendientes condiciona de forma significativa la senda laboral esperada, especialmente para las mujeres, que sufren un impacto negativo hasta los 42-43 años, coincidiendo con su edad fértil. 

Y es que aunque el salario de las mujeres con hijos crece, lo hace en menor cuantía que las que no son madres.

El rango de edad "especialmente dañino" de tener hijos es los 30 años, cuando las mujeres "están renunciando" a aproximadamente 5.000 euros al año, una pérdida de salario que va disminuyendo según avanza la edad: 4.000 euros a los 32 años y 2.000 a los 36. 

También tener hijos para los hombres tiene un impacto negativo en términos de retribución salarial, pero bastante menor, ya que gira en torno a los 1.500 euros anuales. 

El estudio revela asimismo que las mujeres entre 16 y 34 años que tienen hijos ven aumentar sus posibilidades no solo de disminuir sus expectativas salariales sino de entrar en desempleo de "forma notable".

Sánchez ha precisado que sólo a partir de los 38 años sería beneficioso tener hijos si este fuera el único criterio a tener en cuenta. En esa edad, según la investigación, el impacto de la maternidad sería "al menos, neutral".

El "castigo" es aún mayor en aquellas mujeres con hijos que tienen un nivel medio de ingresos y que no han dado el salto a los puestos ejecutivos antes de ser madres.

Viviana González ha precisado que, no obstante, hay una "clara tendencia a la convergencia" entre hombres y mujeres, ya que ha la brecha en cuanto a tasa de actividad ha disminuido, al pasar del 18,6 % en 2008 al 11,5 % el pasado año. 

También la brecha salarial se ha reducido desde el 18,1 % en 2008 al 15,1 % diez años después, lo que significa, según esta profesora de Ciencias Políticas y Sociología de la Complutense, que "estamos mejor o en camino de estarlo".

La coautora del estudio ha precisado que no toda diferencia salarial asociada a la maternidad tiene que suponer una penalización que, a veces, puede explicarse por el propio deseo de la mujer de atender a sus hijos y que redunda en factores no salariales, pero si de calidad de vida.

En este sentido, la secretaria de Estado de Igualdad ha advertido de que para hablar de "preferencias" hay que hacerlo en términos de coste de oportunidades, de "lo que supone que alguien se quede en casa o se reduzca la jornada", algo que habría que pactar en la pareja, pero "nadie pacta si no tiene opciones".

A su juicio, en las parejas no se habla de que la dedicación de las mujeres al cuidado de los hijos va a redundar en sus derechos futuros, como son la jubilación.

Murillo ha considerado que las mujeres tienen también derecho a delegar responsabilidad, ya que el tiempo es el mejor capital que tenemos en las sociedades modernas, y, en este sentido, ha recordado que ellas dedican 15 horas más semanales a organizar el tiempo familiar. 

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