Una mascota no es un juguete. ¡Ojo!, abandonarla está penado

Denuncian la muerte de un perro de una protectora tras el disparo de un cazador
photo_camera Denuncian la muerte de un perro de una protectora tras el disparo de un cazador

Más de 137.000 animales de compañía son abandonados cada año, según un estudio de la Fundación Affinity, y, seguramente, muchos de ellos acaban en la calle pocos días después de haber sido recibidos como el mejor regalo de Reyes. Pero una mascota no es un juguete y, ¡ojo!, abandonarla está penado.

Este es precisamente el mensaje que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil quiere hacer llegar justo horas antes de que a los pies del árbol de Navidad aparezca ese regalo que incansablemente ha sido pedido por los niños a Melchor, Gaspar o Baltasar.

Luis Solanas, alférez de la Jefatura del Seprona, es tajante: tener una mascota es una responsabilidad porque requiere un cuidado, un control de sus vacunas, un gasto para su alimentación y su salud, un tiempo que hay que arañar del siempre escaso que tenemos... Un sinfín de "obligaciones" que hay que tener en cuenta antes de que en casa entre un animal doméstico.

Porque si no se cuida bien, si se abandona y corre peligro su vida, un juez hace uso del artículo 337 bis del Código Penal y puede imponer al dueño del animal una multa de uno a seis meses y, por su supuesto, decretar su inhabilitación, recuerda el alférez Solanas.

Y para imponer esa multa, seguramente el magistrado tendrá en cuenta no sólo el poder adquisitivo del denunciado, sino cómo, por qué y en qué condiciones ha dejado solo al animal, además de si el abandono ha podido causar algún peligro.

La Guardia Civil no pone en duda las cifras que hace públicas Affinity, que puede compartir, pero no todos los abandonos de mascotas son denunciados ni en todos los casos intervienen las fuerzas de seguridad. De hecho, cada año el Seprona abre diligencias policiales por abandono de perros en medio millar de casos.

No tiene desglosadas este servicio de la Guardia Civil las infracciones penales por maltrato animal y por abandono, pero sumadas las dos circunstancias arrojan una cifra de 715 entre enero y noviembrede 2016, cantidad superior a la del mismo periodo de 2015.

Con motivo de esas infracciones, los agentes de este servicio y de otras unidades del instituto armado detuvieron o imputaron (investigaron según la ley actual) a 442 personas en esos once meses. Mientras, el número de infracciones administrativas a la normativa sobre animales de compañía ascendió a 10.969 en ese mismo periodo.

Aunque el maltrato y el abandono aumenta en las estadísticas, no quiere decir que esa práctica se esté incrementado entre la ciudadanía, sino que la mayor concienciación hace que crezcan las denuncias.

Tanto es así, que la Guardia Civil ha comprobado cómo en sus perfiles de las redes sociales son cada vez más los ciudadanos que se dirigen a este cuerpo policial para colaborar en el esclarecimiento de situaciones de maltrato o denunciarlas.

De todos modos, sí ha podido pesar en la curva ligeramente ascendente de abandono la situación de crisis económica que probablemente ha obligado a algunas familias a deshacerse de su mascota para reducir gastos. Y a otras muchas a aparcar por un tiempo su deseo de adoptar a algún animal. Una crisis que también ha hecho mella en las protectoras de animales, que han visto reducidas las subvenciones que reciben.

Quizá muchos han tenido que abandonar a su perro muy a su pesar y decidieron dejarlo en una gasolinera para que algún usuario se apenara y le recogiera. Precisamente, Repsol y la Guardia Civil han firmado un acuerdo de actuación para auxiliar a los perros abandonados en las estaciones de servicio de esta empresa, que está difundiendo un vídeo esta Navidad para concienciar sobre este problema.

Otra campaña, #YoSiPuedoContarlo, puso en marcha este verano la Guardia Civil para avanzar hacia la "tolerancia cero" en maltrato y abandono. Aunque son los perros las mascotas de las que más se deshacen sus propietarios, seguramente porque su mantenimiento es más costoso y porque requieren más atención, hay muchas otras que acaban en la calle porque, en algunos casos, sus dueños se cansan de ellas, sobre todo de las que no interactúan, como las tortugas, y, por tanto, el vínculo emocional es menor.

Llega la noche de Reyes y el Seprona advierte de que la adopción de una mascota debe ser responsable. "Cuando alguien se hace cargo de un animal de compañía debe saber que asume una responsabilidad económica, penal y moral", resume Solanas.

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