El Ministerio del Interior reforzará la seguridad del perímetro fronterizo de Melilla con un centenar de agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, que llegarán en las próximas horas a la ciudad autónoma que, por segundo día consecutivo, ha sufrido un salto masivo de inmigrantes.
Se trata, según ha informado este jueves la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, de dos módulos de intervención rápida (MIR) de la Guardia Civil y una unidad de intervención policial (UIP) de la Policía, que apoyarán a los efectivos desplegados en Melilla.
Tras la entrada este miércoles de 491 inmigrantes de los 2.500 que lo intentaron, a primeras horas de la mañana de este juees unos 1.200 han querido hacerlo, pero solo unos 380 lo han conseguido.
Moh no ha descartado que el perímetro fronterizo se pueda reforzar con el Ejército, como se hizo en mayo en la crisis migratoria de Ceuta y Melilla. Se valorarán todas las posibilidades, ha dicho.
Precisamente, Sánchez ha transmitido al presidente de Melilla, Eduardo de Castro, el apoyo y solidaridad del Gobierno y ha mandado su cariño a los agentes policiales que han resultado heridos al intentar repeler el salto a la valla.
"He hablado con el presidente de Melilla, @EdeCastro, para transmitirle todo el apoyo y la solidaridad del Gobierno de España ante la situación que están viviendo en estos días. Mi cariño también para los agentes de las FCSE que han resultado heridos", ha escrito Sánchez en su perfil de Twitter.
MILES DE INMIGRANTES ESPERAN SU OPORTUNIDAD EN EL MONTE GURUGÚ
El salto de esta mañana lo ha protagonizado un grupo muy numeroso de inmigrantes. Según ha informado la Delegación del Gobierno en Melilla, a las 6:00 horas la Comandancia de la Guardia Civil ha observado a unos 1.200 subsaharianos que se aproximaban al vallado, por lo que se ha activado el dispositivo anti-intrusión.
Sobre las 7:25 horas, tras superar a los agentes de las fuerzas de seguridad marroquíes, ha comenzado el salto a la valla entre las zonas comprendidas entre los pasos fronterizos de Barrio Chino y Beni Enzar.
El dispositivo anti-intrusión, compuesto por agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional, con la colaboración de la Policía Local en el corte de carreteras, ha neutralizado e impedido que una parte importante del grupo pudiera acceder a la ciudad, y se estima que han entrado a la ciudad unos 380.
Según la Delegación del Gobierno, los migrantes "han desplegado suma violencia, lanzando piedras y usando garfios y palos contra las fuerzas de seguridad". Al menos 20 agentes de la Guardia Civil han resultado heridos por cortes y contusiones. Mientras, miles de subsaharianos se encuentran en el monte Gurugú a la espera de poder asaltar la valla.
Después, los subsaharianos se han dirigido a la carrera hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) con evidentes signos de alegría y al grito de "boza" (victoria), y a su llegada han entrado al centro tras quitarse parte de la ropa y los zapatos que llevaban puestos.
PIDEN USAR MEDIOS ANTIDISTURBIOS PARA EVITAR EL CUERPO A CUERPO
Efe ha podido constatar que, en la parte marroquí de la alambrada, los agentes del país vecino han empleado material antidisturbios para tratar de repeler el salto a la valla. El mismo material que piden usar los agentes españoles.
Así, Jucil, la asociación mayoritaria entre los guardias civiles, ve prioritario que los agentes puedan emplear los medios antidisturbios disuasorios a la entrada de inmigrantes para de este modo evitar el cuerpo a cuerpo.
Antes de que se anunciara el refuerzo policial, la Jupol, organización mayoritaria en la Policía, había solicitado a Interior que se enviara a Melilla una unidad de intervención policial, pero no se hizo a causa del cierre de la frontera con Marruecos en marzo de 2020 por la pandemia.
Fuentes próximas al operativo de seguridad en la frontera explican a Efe que en estos dos asaltos masivos los inmigrantes se han enfrentado a los agentes con cal, piedras o palos y que, en el caso concreto de dos agentes, han conseguido a golpes despojarles del casco de protección.
SALTOS MASIVOS TRAS DOS MESES "TRANQUILOS" EN LAS VALLAS
Los dos saltos se han producido tras dos meses relativamente tranquilos en las vallas. Entre enero y febrero 57 inmigrantes entraron a Melilla por vía terrestre, lo que supone un descenso del 112 % respecto al mismo período de 2021 (169 personas), según el último balance de inmigración irregular del Ministerio del Interior.
La mayoría de esos inmigrantes (44) llegaron a la ciudad autónoma en la segunda quincena de enero. Sólo dos personas saltaron la valla en los quince primeros días del año, seis lo hicieron en la primera mitad de febrero y siete en la segunda.
Las entradas terrestres a Melilla durante 2021 experimentaron un descenso del 23,3 % respecto al año anterior: cruzaron 1.092 inmigrantes frente a los 1.423 que lo hicieron en 2020, el primer año de la pandemia.
Hay que remontarse a mayo del año pasado para encontrar la mayor llegada masiva de inmigrantes registrada en España. Fue entre los días 17 y 18 de mayo de 2021 cuando se produjo la entrada en Ceuta de más de 10.000 inmigrantes -de los que un millar eran menores de edad- a través del perímetro fronterizo o bordeando a nado el espigón del Tarajal.
Una oleada que se produjo después de desencuentros entre los Gobiernos de España y Marruecos y que provocó la mayor crisis diplomática en años entre ambos países.
