Castilla-La Mancha ha perdido un 3,75 por ciento de dependientes en el último año, en el que la inversión económica en el sistema se ha reducido en más de 30,6 millones de euros, lo que supone un 5,97 por ciento.
Así lo recoge el XXI Dictamen del Observatorio de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales correspondiente a febrero de 2021, que analiza la evolución de los datos básicos de gestión del sistema de atención a la dependencia y costes de financiación por comunidades autónomas y de cuyos resultados ha informado este lunes en un comunicado.
Asimismo, el informe señala que, con el incremento de 623 millones contenidos en los Presupuestos Generales del Estado para este año 2021, dentro del presupuesto del nivel mínimo y acordado del sistema de dependencia, Castilla-La Mancha recibiría una cantidad adicional de 35 millones, por lo que podrían verse beneficiadas 212.308 personas y se crearían 1.334 nuevos empleos este año.
El dictamen del Observatorio ha destacado que 2020 ha sido un año "aciago" para Castilla-La Mancha, no solo por la pérdida de dependientes -la media nacional ha crecido un 0,8 %-, sino porque en el resto de parámetros del sistema hay "un verdadero estancamiento y descomposición" en valoraciones (-4,75 % ), personas con derecho (-4,85 %) o solicitudes (-5,42 %), todas ellas con porcentajes que duplican la media nacional durante 2020.
De esta manera, todas las atenciones principales del sistema alcanzan tasas de reposición negativas, con especial incidencia en las de componente residencial que se minoran en más de 2.620 plazas (atención residencial -1.520, prestación vinculada al servicio -576, centros de día -524), pero también los servicios de proximidad como la ayuda a domicilio se ve afectada con -342 usuarios.
Por contra, hay incrementos de 155 y 68 personas en el servicio de promoción y prestación económica para cuidados en el entorno familiar, respectivamente.
Según el informe, la intervención de la comunidad en este año se ha limitado básicamente al impulso del servicio de teleasistencia (+1.527) y prevención y promoción de la autonomía personal (+384) que recaen de manera combinada sobre un mismo usuario, razón que justifica que el saldo de prestaciones se reduzca hasta los -839 prestaciones (-1,1 %).
En este sentido, la Asociación autora de este dictamen ha considerado que la incidencia en la teleasistencia "intenta compensar el desplome de los servicios residenciales", al tiempo que ha instado a la Administración a "reemprender urgentemente" la reposición de esos servicios residenciales a sus niveles preexistentes.
En cuanto a la inversión, el organismo ha detallado que en Castilla-La Mancha se ha reducido en más de 30,6 millones, como consecuencia fundamentalmente de la pérdida de servicios residenciales de mayor coste y que no fueron repuestos por otros servicios y que, como en el resto de comunidades autónomas, los castellano-manchegos dependientes aportan ya al sistema el 19,6 % de la financiación (copago).
Además, el promedio de gasto por dependiente ha descendido en la región, por quinto año consecutivo, hasta alcanzar los 5.640 euros y situarse ya en un 13 %, por debajo de la media nacional.
Con respecto al empleo, según la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, el sistema ha destruido en 2020 en torno a 1.200 puestos de trabajo (-7 %), debido al fuerte retroceso de la atención residencial.
Por otra parte, la lista de espera en la comunidad autónoma se ha reducido en 765 personas, y han fallecido 881 personas con derecho sin ser atendidas, por lo que toda la reducción de la lista de espera se debe al fallecimiento de personas con derecho y sin atención.
En este punto, la Asociación ha confiando en que la recuperación en este año 2021 de las atenciones residenciales perdidas y el retorno de la prestación de ayuda a domicilio a la senda de crecimiento iniciada por la comunidad autónoma, logren restablecer nuevamente la tendencia continua de creación de empleo mantenida hasta ahora en la región.
De otro lado, durante 2020 ha descendido el número de personas atendidas por cada 1.000 habitantes por la paralización general del sistema de dependencia y se ha situado en 29,53x1000hab., y también se ha reducido la relación de personas desatendidas/1000 con derecho reconocido (limbo) hasta situarse en valores de 76,01.
En relación a la incidencia de la covid-19 en el sistema de dependencia, el informe señala que entre marzo y diciembre de 2020 han fallecido en Castilla-La Mancha 12.320 personas con solicitud de dependencia, un 50,7 % más de lo esperado, y que, una vez excluidas las 914 personas que no acreditaban situación de dependencia (sin grado), la cifra alcanza las 11.406 personas fallecidas, entre personas con derecho y personas pendientes de resolución de grado.
De ellas, el 86,4 % estaban siendo atendidas pero el 13,6 % restante formaba parte de la lista de espera, concretamente el 5,9 % (669) estaba esperando resolución de grado y el 7,7 % (881) tenía ya el derecho reconocido, pero estaba esperando resolución de prestación.
Por todo ello, entre marzo y diciembre en Castilla-La Mancha han fallecido 1.550 personas en lista de espera sin ser atendidas, lo que se ha traducido en una reducción de la lista de espera.
En general, la tasa de mortalidad ha sido superior a lo esperado, pero el exceso de mortalidad es notablemente superior entre las personas atendidas en residencias que entre aquellas que son atendidas en sus domicilios.
