El cardenal Omella propone una mesa de diálogo entre el Gobierno de España y la Iglesia

Omella ha afirmado que "tan ciudadano es el que piensa como cristiano, como el que no piensa como cristiano" y ha pedido que el Estado escuche a la Iglesia
El cardenal Juan José Omella durante la rueda de prensa que ha ofrecido tras ser elegido nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española
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El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, propone una mesa de diálogo entre el Gobierno y la Iglesia, considera que el conflicto de Cataluña tiene solución y se muestra partidario del diálogo actual entre el ejecutivo central y el catalán.

En una entrevista que publica hoy el diario "La Vanguardia", el arzobispo de Barcelona declara: Ahora que se habla tanto de pactos es el momento de hablarnos los unos a los otros. El Estado debe escuchar; la Iglesia también. (...) Me encantaría formar parte de este diálogo".

Respecto al conflicto catalán, el cardenal Omella subraya que "momentos más difíciles se han dado a lo largo de la historia", que "estamos en una fase delicada, compleja, que exige buscar una solución respetando la pluralidad de Cataluña" y que "la mesa de diálogo es una buena iniciativa".

En cuanto a los acontecimientos de septiembre y octubre de 2017 en Cataluña que él vivió como arzobispo de Barcelona, el prelado recuerda: "Muchos teníamos la esperanza que se convocaran elecciones en lugar de proceder a la declaración de independencia. Si se hubieran convocado elecciones se habría evitado sufrimiento".

El cardenal Juan José Omella se refiere también al nuevo proyecto de ley de Educación y dice: "Creo que no cometerán la temeridad de querer eliminar el apoyo a la iniciativa privada en el campo de la Educación".

Por otra parte, en su primera carta dominical desde que el pasado martes fue elegido nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella pide dedicar quince minutos al día a rezar porque "orar es aprender a amar".

El prelado recuerda que en el tiempo litúrgico de Cuaresma, la Iglesia propone intensificar las oraciones y reconoce: "A veces nos puede parecer que rezar es muy difícil o incluso podemos dejar de orar porque lo hemos intentado a menudo y vemos que no produce fruto alguno".

Según Omella, "rezar es el respirar del alma, es acercarnos a Dios de una manera sencilla y espontánea, como hacemos cuando estamos con alguien que sabemos que nos quiere".

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