Guardia Civil: La respuesta a los atentados debe partir siempre desde el Estado

Esta es una de las lecciones aprendidas de atentados ocurridos en países de nuestro entorno, según dice en una entrevista con Efe el jefe de la unidad de lucha contra el terrorismo yihadista del Servicio de Información de la Guardia Civil

La célula terrorista preparaba de forma 'inminente' uno o varios atentados con explosivos en Barcelona
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La Guardia Civil cree que atentados como los de Cataluña se resuelven con la complicidad de todos los cuerpos policiales, ya que una acción así no afecta a una comarca o una autonomía sino a todo un Estado, por lo que la respuesta debe canalizarse desde la "concentración de capacidades en el Estado".

Esta es una de las lecciones aprendidas de atentados ocurridos en países de nuestro entorno, según dice en una entrevista con Efe el jefe de la unidad de lucha contra el terrorismo yihadista del Servicio de Información de la Guardia Civil, el teniente coronel Francisco José Vázquez, con motivo del primer aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona).

Situaciones como la de hace un año se resuelven con la presencia de todos los cuerpos policiales. Son momentos, afirma, en los que las fuerzas de seguridad "no podemos permitirnos el lujo de pelearnos por 'esto es tuyo y esto es mío'".

Porque "no existen ya modelos de policía integral que haga frente a este tipo de amenazas. Para afrontarlas hay que poner y compartir los recursos de todas las fuerzas de seguridad. Ni nosotros ni los ciudadanos nos perdonaríamos que no fuera así", continua Vázquez.

El teniente coronel quiere poner en valor la coordinación de los diferentes cuerpos policiales y de inteligencia -el suyo, la Policía Nacional, los Mossos y el CNI- nada más producirse los atentados, un "golpe de realidad" en una sociedad como la española que no anticipó el radicalismo de los autores.

Vázquez responde a las críticas que se han vertido sobre la supuesta falta de coordinación policial o sobre la actuación de los Mossos en el día previo al atentado de Las Ramblas tras la explosión registrada en un chalet de Alcanar (Tarragona) que, según se constató después, era el centro de operaciones de la célula que provocó la masacre.

Y para apuntalar su afirmación, el teniente coronel recuerda que poco después del atentado en esa vía barcelonesa él mismo se desplazó a la Ciudad Condal para integrarse en el centro de coordinación de los Mossos y trabajar junto al jefe de Información de la policía autonómica Manel Castellví, con quien antes de llegar mantuvo contactos por teléfono para intercambiar información.

"Sí hubo coordinación", enfatiza. "Y si la hubo en esos momentos de mayor intensidad, cuando no se sabe bien lo que ha sucedido, mucho más la hubo después", durante la investigación, en la que no han faltado equipos policiales conjuntos.

La investigación del 17A, es casi con toda seguridad, la que más recursos materiales y humanos -cientos de agentes- ha requerido por parte de la Guardia Civil, la Policía Nacional, los Mossos y el CNI. "Sin ninguna duda", enfatiza este mando.

Por eso, y a pesar de que pueden escaparse cosas y de que todo el mundo puede equivocarse, Vázquez entiende que la investigación posterior al atentado ha sido muy buena, con "muchos ojos delante de cada papel", de agentes de los cuatro servicios de Información que han contrastado los indicios de unos con los de los otros. Todo ello plasmado en un sumario que dice lo que dice.

Tras casi doce meses de trabajo y en espera de lo que pudieran dar de sí algunos flecos, hay asuntos a los que se ha dado una respuesta taxativa, como la configuración de la célula que actuó o lo que pretendían hacer.

No han encontrado los investigadores nada que les haga pensar que alguien desde fuera de España ejerció como autor intelectual o cerebro ideológico, si bien no ponen en duda la influencia que ejerció el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty sobre los jóvenes que perpetraron la acción.

Tampoco creen los agentes que haya huidos entre los autores de esas muertes, por lo que dan las pesquisas casi por cerradas.

El teniente coronel insiste en las lecciones identificadas tras el 17-A, el "golpe de realidad" de que la seguridad no es absoluta y "de la noche a la mañana" puede suceder algo así.

La amenaza yihadista es impredecible y a veces, como ocurrió en el 17A, dilata en el tiempo una actividad preparatoria que debería de haber hecho saltar las señales de alerta, recuerda Vázquez.

Por eso, es necesario incrementar las capacidades de control de aquellos espacios en los que el terrorismo se pueda mover con impunidad. Algo en lo que sigue trabajando el Ministerio del Interior.

Otra de las lecciones aprendidas en el 17A, según Vázquez, es que es necesario hacer un esfuerzo no tanto en procedimientos, protocolos o técnicas, sino en conseguir que en la seguridad participen todos.

Porque más que fallos policiales, lo que hubo en el 17A fue una "falla" de seguridad al no haber sido capaces de identificar que los chicos que atentaron se estaban radicalizando y eran "peligrosos". Ni siquiera el círculo más cercano lo identificó.

"Esto pone más en valor, si cabe, las operaciones que durante estos años se han realizado, especialmente desde la Policía Nacional y la Guardia Civil, para anticiparse a la amenaza", apoyadas por las reformas normativas, explica este mando, que no duda en asegurar que la actuación policial en España ha evitado atentados.

Si tres meses antes del 17A, cuando aún no se estaba preparando el ataque, se hubiera detenido al imán el Es Satty y al núcleo principal de la célula, "probablemente el estudio de evidencias hubiera concluido, en el mejor de los casos, que nos encontrábamos ante tipos penales relacionados con conductas como el de adoctrinamiento o la radicalización", apostilla Vázquez.

"Probablemente -aventura el teniente coronel-, se habría 'banalizado' mediáticamente dicho resultado".

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