Las grullas europeas se aventuran a hacer turismo en España

Las grullas europeas han vuelto a elegir España para pasar el invierno y más de 218.000 ejemplares han llegado a distintos puntos de la geografía nacional en las últimas semanas en su tradicional viaje turístico anual.

Los datos del primer censo de grullas que invernan en España arrojan una cifra exacta de 218.015 ejemplares, según ha explicado hoy a Efe, José Antonio Román, coordinador del censo y miembro del Grupo de Trabajo y Conservación de la Grulla.

Román ha comentado que, a falta del dato definitivo de la grullas que invernan en Portugal -las primeras estimaciones señalan unos 10.000 ejemplares- la cifra de grullas comunes invernantes en la Península Ibérica ascendería a unas 228.000 ejemplares, una cifra que queda lejos de las 242.000 del pasado año.

El descenso en el número de grullas invernante en la Península Ibérica, ha comentado, se explica en que en países como Alemania aún quedan unas 37.000 grullas y en Polonia unos 15.000 ejemplares, lo que "significa que aún quedan algo más de 50.000 grullas en centro Europa que cuando arrecie algún temporal de frío seguramente bajarán a España y Portugal".

El resultado del primer censo de grullas de este año en España, por comunidades autónomas, sitúa a Extremadura y Castilla-La Mancha como las comunidades donde mayor número de grullas invernan, pero también deja datos curiosos en el censo como la invernada de varios ejemplares en la comunidad de Murcia, ha apuntado Román.

En Extremadura son 113.901 ejemplares los que pasan en estos momentos el invierno, mientras que en Castilla-La Mancha lo hacen 56.202 grullas.

En Andalucía son 19.853 ejemplares los censados; en Aragón la cifra llega a las 19.615 ejemplares; 7.406 en Castilla y León; 613 en Navarra; 188 en Cataluña; 51 en la Comunidad Valenciana; 9 en las Islas Baleares; 5 en La Rioja y 2 en Murcia.

Román ha señalado que la sequía que padece España ha condicionado la distribución de las grullas en España, empezando por la importante disminución en Aragón, principalmente en la cuenca de Gallocanta, que ha hecho reducir la población aragonesa a menos de la mitad respecto a diciembre de 2016.

De hecho, la laguna de Gallocanta solo tenía 72 grullas por estar seca, mientras que en diciembre de 2016 había más de 17.400.

También ha disminuido en unos 2.000 ejemplares en Navarra con respecto al año pasado.

Por el contrario, en Castilla-La Mancha ha subido el número de ejemplares invernantes hasta contarse más de 14.000 tanto en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel como en el embalse de Rosarito, en la provincia de Toledo.

En el conjunto de Castilla-La Mancha la cifra total de grullas invernantes aumenta con respecto al año pasado en 18.000, algo que también ocurre en Andalucía que cuenta con 8.000 ejemplares más que en diciembre de 2016.

La población de grulla en Castilla y León se mantiene similar a la del año pasado, si bien en Extremadura se registra un descenso de unos 18.000 ejemplares que, según ha advertido Román, es "una coincidente con el aumento que registra Castilla-La Mancha".

El coordinador nacional del censo de grullas ha comentado que "la persistente sequía ha llevado al pronto laboreo de las rastrojeras y, por tanto, a la desaparición de un importante recurso alimenticio, lo que ha llevado a muchas grullas a desplazarse a áreas de dehesas invernada en Castilla-La Mancha y en norte de Córdoba".

También ha advertido de que la falta de humedales apropiados para el descanso, como las zonas encharcadas de los arrozales, las ha llevado a protagonizar grandes concentraciones en lugares favorables como los embalses en Extremadura, alguno de los cuales, como el de Orellana, ha vuelto a recibirlas para dormir como lo hacían hace treinta años.

La sequía, ha resaltado este experto, enseña que no solo el recurso alimenticio condiciona su distribución en España, sino que "también es de suma importancia para la especie disponer de zonas de descanso adecuadas".

Comentarios