El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado la concesión directa de 7,6 millones de euros en subvenciones con carácter "urgente y excepcional", por la crisis del coronovirus, a entidades de iniciativa social para el mantenimiento de centros de menores afectados por medidas de protección y reforma.
Esta concesión va destinada a la gestión que llevan a cabo 15 entidades de iniciativa social en 55 hogares y centros de protección de menores de la región con casi 500 plazas, con el fin de garantizar su amparo durante la crisis del COVID-19, ha indicado en una nota de prensa la Consejería de Bienestar Social.
La titular del departamento, Aurelia Sánchez ha explicado que, debido a la situación que está provocando el coronavirus, el Consejo de Gobierno ha dado luz verde a esta subvención directa para los seis primeros meses del año, agilizando así los trámites para las entidades que gestionan estos centros en Castilla-La Mancha.
Sánchez ha destacado que el Gobierno regional es "remendamente sensible" a las necesidades de los colectivos sociales y que no puede olvidar a los niños en situación de vulnerabilidad, que se encuentran en hogares de protección o acogidos en familias y que, como ha remarcado, "deben tener apoyo educativo y sanitario, pero también el apoyo emocional que necesitan a través de los profesionales".
En este sentido, ha recordado que el Ejecutivo autonómico ha puesto en marcha distintas actuaciones con el objetivo principal de proteger a los menores y las familias de la región.
Entre ellas, ha hecho hincapié en el Dispositivo de Apoyo a Familias con hijos en situación de vulnerabilidad (DIAM) y los Programas de Apoyo a las Familias, que continúan realizando tareas de seguimiento a través de contacto telefónico y otros medios telemáticos.
La consejera de Bienestar Social se ha referido especialmente al Programa Específico de Apoyo a la Red de Entidades y Programas de Infancia para atender situaciones de emergencia, con dos ejes de actuación que desarrollan un equipo de psicólogos, trabajadores sociales y educadores.
El primero de los ejes articula la atención psicosocial durante el confinamiento a los profesionales de los hogares y centros de menores que requieran apoyo, para realizar intervenciones online con los residentes y apoyo psicológico a grupos en situaciones de conflicto.
El segundo eje tiene como objetivo la atención psicológica individual a personas que sufren alteraciones psicológicas o emocionales, como consecuencia de la crisis por COVID-19, e incluye apoyo psicológico a niños y adolescentes cuyos progenitores están hospitalizados como consecuencia de la infección o que han sufrido una experiencia traumática o una pérdida relacionada con esta pandemia, cuando no exista ese recurso a nivel local o por parte de otras entidades.
