Una docena de buitres procedentes de centros de recuperación de fauna silvestre de Andalucía, Extremadura, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Asturias han sido cedidos para apoyar la reintroducción de este ave rapaz en los Pirineos.
La medida se enmarca en el proyecto de reintroducción del buiter, una especie calificada como 'vulnerable' en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, que se realiza en dos enclaves pirenaicos, como son la Reserva Nacional de Caza de Boumort y el Espacio Natural Montaña de Alinyá, ambos en Lérida.
El proyecto de reintroducción del buitre negro en los Pirineos es promovido por la Generalitat de Cataluña y la Fundació Catalunya-La Pedrera, bajo la coordinación de las asociaciones conservacionistas GREFA y TRENCA, con la colaboración de un buen número de entidades, organismos y empresas.
En la cesión de los buitres negros se cuenta con la coordinación de GREFA, que se encarga de la recogida y el traslado de estas aves, así como de que completen su proceso de rehabilitación en el Centro de Recuperación y Hospital de Fauna Silvestre que esta asociación tiene en Majadahonda (Madrid).
Así, Grefa destaca que mediante esta línea de colaboración con las comunidades autónomas, los buitres negros cedidos tendrán una nueva oportunidad de vivir en libertad y su traslado y suelta en los Pirineos en 2014 servirá para reforzar un proyecto de reintroducción que ha logrado un importante hito al crear una nueva población de la especie en esas montañas. En la actualidad en los Pirineos vive una población de más de una treintena de buitres, que está formada por ejemplares reintroducidos desde 2007 y por sus descendientes.
En 2013, tres parejas de esta población han logrado sacar adelante otros tantos pollos, lo que confirma la buena evolución del proyecto. Además, GREFA subraya que gracias a este programa los Pirineos han pasado a convertirse en el único lugar de Europa donde coinciden como nidificantes las cuatro especies de buitres presentes en el continente (buitre negro, buitre leonado, quebrantahuesos y alimoche).
Esta particularidad supone un atractivo poderoso para el creciente número de fotógrafos y amantes de la naturaleza que visitan la zona y contribuyen a su desarrollo sostenible. "Esperamos que este ejemplo anime a colaborar a otras comunidades autónomas que aún no lo hacen y cuya aportación podría ser muy importante para la recuperación de una especie amenazada como el buitre negro", ha subrayado el presidente de GREFA, Ernesto Álvarez.
