La fiscal matrona recibe el premio del Día de la Mujer por todas las "luchadoras anónimas"

Echando la vista atrás, esta albaceteña de 44 años y madre de tres hijos de entre 16 y tres años (el mayor tiene discapacidad) reconoce que ha sido "una lucha difícil"

La albaceteña Elvira Argandoña, fiscal, matrona, profesora y madre de tres hijos, recibirá un premio el Día Internacional de la Mujer en nombre de "todas las mujeres luchadoras anónimas" - EFE/Manu
photo_camera La albaceteña Elvira Argandoña, fiscal, matrona, profesora y madre de tres hijos, recibirá un premio el Día Internacional de la Mujer en nombre de "todas las mujeres luchadoras anónimas" - EFE/Manu

La albaceteña Elvira Argandoña, fiscal, matrona, profesora y madre de tres hijos, recibirá un premio el Día Internacional de la Mujer en nombre de "todas las mujeres luchadoras anónimas", que muchas veces están solas "porque la sociedad no ayuda", y en representación de "la lucha por la igualdad".

En una entrevista con Efe a pocos días de recibir uno de los premios que otorga la Junta con motivo del Día Internacional de las Mujeres -será en Guadalajara el jueves 7 para no coincidir con la huelga feminista del viernes 8-, Argandoña ha defendido que "si las mujeres decidimos querer ser madres, que la sociedad no nos impida poder desarrollar otros factores de nuestra vida profesional que también queremos desarrollar".

Echando la vista atrás, esta albaceteña de 44 años y madre de tres hijos de entre 16 y tres años (el mayor tiene discapacidad) reconoce que ha sido "una lucha difícil".

Después de estudiar Enfermería y la especialidad de matrona comenzó Derecho para obtener una licenciatura porque su objetivo era la docencia universitaria, pero estudiando Derecho nacieron sus dos hijos mayores y, además, descubrió que a ella, que era una mujer de ciencias, esta carrera le gustaba "mucho".

Y por eso, después de hacer un máster en derecho sanitario y recibir alguna oferta de la empresa privada, que rechazó porque suponía salir fuera de Albacete y sus hijos eran pequeños, empezó a hacer oposiciones ya que "siempre me ha gustado estudiar y tener nuevos retos".

Se preparó con el actual fiscal superior de Castilla-La Mancha, José Martínez, al que agradece su ayuda y cuando aprobó el primer examen "me dio un subidón grandísimo", afirma, y "se abrió un nuevo mundo". Aunque no más fácil.

De hecho los seis primeros meses los pasó cogiendo el tren de las 5:30 de la mañana a Madrid y regresando por la tarde a Albacete "para estar con mis hijos" y llevarlos al parque, a los cumpleaños o a la consulta, a la vez que estudiando en la peluquería o mientras los niños estaban en las extraescolares.

"He intentado conciliar, con mucho esfuerzo. Es complicado", indica Argandoña, que también afirma que ha tenido la ayuda de su exmarido y de su actual esposo, que "siempre me han ayudado" y que "se han comprometido en el cuidado de sus hijos, algo que debería ser lo normal pero que no lo es".

Con este bagaje, la fiscal dice que se toma el premio con "alegría" pero también "desde el punto de vista de haber conseguido todas estas cosas con mi familia, habiendo estado ahí, es lo verdaderamente difícil", porque "títulos" se pueden conseguir si hay una dedicación exclusiva o te encierras en una habitación "y a estudiar".

Pero en su caso, "el reto ha sido conseguirlo estando ahí, con mis hijos, de cuidadora de mis hijos al cien por cien y de sus necesidades diarias".

En este sentido, tiene claro que "el mérito no es mío solo" sino de todas las mujeres "que día a día luchan", esas "mujeres luchadoras anónimas" que muchas veces están solas "porque la sociedad no te ayuda". Es decir, el "gran mérito es la lucha por intentar superarte a ti misma".

Desde esta perspectiva aplaude que se celebre el Día de la Mujer y todo lo que rodea, por ejemplo la labor de sensibilización que durante dos semanas los medios de comunicación realizan, que todavía es necesaria ya que "queda mucho por hacer, muchas barreras por superar".

Ella se considera "privilegiada" porque en la función pública es más difícil la discriminación, pero es consciente de que "la realidad está ahí", como lo está que los puestos de responsabilidad son mayoritariamente masculinos o que las mujeres cuidadoras son las que renuncian a su carrera.

En su opinión, no se trata de una "lucha contra los hombres" sino que es una "lucha conjunta" ya que entiende que los hombres que están a favor de la igualdad, "que son muchos", subraya, ven bien esta reivindicación "por el bien de su propia persona y de sus hijas y de sus hijos".

"Creo que sí hace falta una forma de discriminación positiva, que ojalá no hiciera falta", afirma Elvira Argandoña, que el 8 de marzo, precisamente, estará de guardia en la Fiscalía. 

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