El Gobierno de Castilla-La Mancha ha exportado a profesionales de emergencias de toda España su experiencia en la extinción de incendios durante una jornada informativa donde ha presentado el proyecto internacional del que formó parte durante 2017 con un elevado porcentaje de éxito.
La región ha trasladado su actuación durante la participación del programa de la Unión Europea (UE) en caso de catástrofes naturales, a través del proyecto 'FIREGRUS', donde aportó dos aviones de carga en tierra, dos pilotos, dos oficiales de enlace y un técnico de mantenimiento aeronáutico para colaborar en la extinción de los incendios forestales que asolaron Portugal el verano pasado.
En una nota de la Junta, se ha expuesto que la región fue el año pasado la única comunidad autónoma en España que logró financiación dentro de los diferentes programas de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas, a través del proyecto 'FIREGRUS' de las denominadas 'Buffer Capacities'.
Algo que se ha convertido en un referente para el resto de profesionales de emergencias a nivel nacional que han conocido de primera mano cómo se desarrolló el procedimiento ante la Unión Europea para tramitar el proyecto.
En concreto, un representante de la Dirección General de Política Forestal y Espacios Naturales ha detallado el proceso llevdo a cabo para alcanzar este objetivo, así como aspectos relevantes de las dos misiones en Portugal.
El módulo de Castilla-La Mancha fue activado por la 'European Emergency Response Capacity' (EERC), colaborando activamente en el país vecino en dos misiones: del 18 al 25 de junio en el incendio de Pedrógao Grande, con 65 horas y medio de vuelo y 114 descargas de agua frente a las llamas y, del 13 al 21 de agosto, en Ferreria Do Zezere, donde se realizaron 191 descargas y similares horas de vuelo.
