El Hospital de Toledo implanta una nueva técnica para controlar la hipertensión arterial

Se trata de un procedimiento, de los denominados "mínimamente invasivos", que solo han implantado una decena de centros sanitarios en toda España, siendo el Hospital de Toledo el primero en C-LM

El Laboratorio de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del servicio de Cardiología, del Complejo Hospitalario de Toledo, comenzó a implantar una nueva técnica, mínimamente invasiva, en pacientes con hipertensión arterial en los que el tratamiento con fármacos no responde.

Una técnica novedosa que el Hospital de Toledo pone en marcha por primera vez en Castilla-La Mancha y que solo se ha implantado en diez centros sanitarios en toda España.

El doctor José Moreu, jefe del Laboratorio de Hemodinámica,  indicó que esta novedosa técnica, que ya se aplica con éxito en otros centros hospitalarios de España, está indicada en personas con hipertensión arterial resistente a más de dos fármacos. Su denominación técnica es “denervación renal” y consiste en la aplicación de radiofrecuencia sobre las fibras nerviosas que rodean las arterias renales.

El doctor José Moreu explicó que, “como en todos los cateterismos, se introduce por la arteria femoral un catéter especial que permite la aplicación de ondas de radiofrecuencia en la arteria renal, consiguiendo desactivar los estímulos nerviosos que potencian y mantienen la hipertensión”.

Entre el 30 y 40 por ciento de la población adulta mundial sufre hipertensión arterial y de ellos, entre el 5 y 10 por ciento es verdaderamente resistente a los que no responde el tratamiento farmacológico.

Laboratorio de Hemodinámica

El Laboratorio de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista comenzó su actividad el 3 de febrero de 1997 y desde entonces ha realizado más de 30.000 procedimientos en 25.000 pacientes, incluyendo más de 11.000 tratamientos.

La hemodinámica es una técnica diagnóstica y terapéutica para el tratamiento de cardiopatías isquémicas, entre las que se engloban enfermedades como la angina de pecho o el infarto de miocardio, dolencias que constituyen la primera causa de muerte en los países desarrollados.

Desde el principio se incorporó en la cartera de servicios la angioplastia primaria (dilatación de la arteria durante el infarto para evitarlo), con la que se puede reducir drásticamente la mortalidad y disminuir la estancia hospitalaria con una más rápida incorporación a la actividad laboral de estos pacientes. Estos procedimientos se han incrementado notablemente en los últimos años.

Asimismo, durante estos años ha ido ampliando su cartera de servicios con nuevas técnicas para el tratamiento de cardiopatías estructurales, como la denervación renal o la implantación de prótesis aórticas por vía percutánea en pacientes con estenosis aórtica severa a los que se ha descartado la intervención quirúrgica, cierres de comunicaciones intracardiacas, entre otras.

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