El Gobierno de Castilla-La Mancha mantiene el programa de Atención Temprana, dirigido a niños en situación de dificultad en su desarrollo o en riesgo de tenerla, de manera telemática, un apoyo que en 2019 benefició a casi 6.000 familias.
La Consejería de Bienestar Social ha informado en una nota de prensa de que tanto las familias como los profesionales de los centros y servicios de atención temprana en la región se muestran "flexibles" y se adaptan a los requerimientos como consecuencia de la pandemia por COVID-19.
De este modo, la Dirección General de Discapacidad ha señalado que continúan prestando su labor "con una mirada centrada en la familia" ante esta nueva situación que conlleva cambios en las rutinas.
Por ello, la Red de Centros y Servicios de Atención Temprana ha cambiado su actividad, centrada en apoyos a la participación, visitas a los entornos naturales y el reconocimiento de las capacidades familiares, por otros medios como el teléfono o la videoconferencia para dar continuidad a la ayuda que ya estaba reflejada en los planes de apoyo familiares.
Los esfuerzos de más de 300 profesionales se centran en la escucha activa y en apoyar a los beneficiarios que lo necesitan.
En el año 2019, se atendió a casi 6.000 familias en los 54 centros y servicios de Atención Temprana que hay en la región, lo que ha supuesto un incremento del 50 por ciento en los últimos cinco años.
