ENTREVISTA

Director Academia de Infantería: 'Estamos en primera línea de enseñanza militar'

El director de la Academia de Infantería de Toledo, el coronel Francisco Javier Marcos, en un momento de la entrevista - EFE/Ismael Herrero
photo_camera El director de la Academia de Infantería de Toledo, el coronel Francisco Javier Marcos, en un momento de la entrevista - EFE/Ismael Herrero

El director de la Academia de Infantería de Toledo, el coronel Francisco Javier Marcos, afronta el mando de este centro con el objetivo de dar a conocer a la sociedad que en este espacio se desarrollan actividades que hacen que la academia esté "en primera línea de la enseñanza militar a nivel internacional".

En una entrevista concedida a la Agencia Efe, el coronel Marcos, al frente de la Academia de Infantería de Toledo desde finales de diciembre de 2016, afirma que asume el cargo "consciente de la gran responsabilidad que supone dirigir la formación de los casi 500 alumnos que pasan cada año por la academia" y con el objetivo de mantener y actualizar la relación de este centro con el resto de instituciones de Toledo y Castilla-La Mancha.

"Siempre he creído que la imagen que los toledanos y los castellanomanchegos tienen de la Academia es muy buena, pero que no conocen realmente lo que hacemos", comenta el coronel Marcos, quien señala que la imagen que se ha trasladado a la sociedad toledana "ha sido la de los desfiles, de la solemnidad como en el Corpus y sí es una imagen real y buena", pero añade que "se hacen muchas más cosas y lo que menos se hace es preparar esas solemnidades".

En cambio, destaca que en la Academia de Infantería de Toledo trabajan aproximadamente unas mil personas, "casi 500 alumnos y casi 500 personas que apoyan a estos alumnos" y que, además, cuenta con un campo de maniobras por el que a diario pasan 400 personas, entre los que se encuentran militares de todas las unidades de España, Policía Nacional, Guardia Civil Policía Local o la Unidad Militar de Emergencias.

"Todo tipo de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que están cumpliendo misiones de nivel y que vienen a prepararse para las misiones en el exterior", resume el coronel Marcos.

En cuanto a las enseñanzas que se imparten a los alumnos de esta academia, el coronel Marcos explica que en Toledo se forman los que van a ser oficiales y suboficiales de la especialidad de Infantería.

En el caso de los que se preparan para suboficiales, unos 370 cada año, cursan tres años de estudio y, de ellos, en Toledo pasan dos años y ocho meses, ya que los cuatro primeros meses están en Talarn (Lérida), recibiendo una formación militar de carácter general.

A continuación, se trasladan a Toledo durante más de dos años y medio, donde reciben la formación necesaria para poder mandar unidades de tipo pelotón y consiguen una titulación de técnico superior en Asistencia a la Dirección, integrada en el Sistema Educativo General.

La Academia de Infantería también forma en la actualidad a 78 alumnos que, cuando terminen sus estudios, ingresarán en la Escala de Oficiales del Cuerpo General del Ejército de Tierra.

Estos alumnos reciben en Toledo el quinto curso de su formación, ya que previamente han tenido que superar cuatro años en Zaragoza, donde han obtenido el grado de Organización Industrial, por lo que en la Academia de Infantería reciben "formación militar de nivel, muy intensa, que les capacita para el mando de las pequeñas unidades de Infantería tipo sección, compañía" y se ponen las bases para que "el día de mañana, muchos de ellos ocupen puestos de responsabilidad".

Asimismo, el coronel Marcos destaca que una de sus prioridades es que los alumnos sepan identificar los riegos actuales y sepan afrontar las amenazas que surgen "en un ambiente internacional que cada vez es mucho más complejo y más confuso".

Para lograr este objetivo, el director de la Academia de Infantería explica que cuenta con tres herramientas, la primera de ellas los profesores, ya que para impartir docencia en el centro toledano "hace falta estar muy bien preparado y hay un proceso muy riguroso de selección", de forma que los capitanes y los sargentos primeros que están en contacto con los alumnos "vienen del mundo de las operaciones" y, por lo tanto, "conocen las técnicas más novedosas para afrontar cualquier tipo de situación en cualquier tipo de escenario".

La segunda herramienta es la "intensa relación" que la Academia de Infantería de Toledo mantiene con otras unidades, de forma que los estudiantes están constantemente viajando para instruirse en diversas unidades.

"Para hacer frente al conocimiento de las amenazas, nada mejor que saber cómo empleamos nuestro Ejército y tener contacto directo con los profesionales que ya están trabajando", señala el coronel Marcos.

La tercera herramienta son las unidades de simulación, que permiten a los alumnos "adiestrarse en la decisión y, en lo que es más importante, en el espíritu de equipo".

En esas unidades de simulación se recrean escenarios que corresponden con la realidad, como por ejemplo, Siria o Afganistán, por lo que si llegara el caso de que tuvieran que desplazarse a esos lugares, "ya conocen exactamente cómo es la orografía, cómo son las ciudades cómo son las calles y cuáles son los puntos más críticos de esa ciudad donde les pueden hacer una emboscada".

Con todo ello, el coronel Marcos destaca que los alumnos de la Academia de Infantería finalizan sus estudios con un grado de formación que se puede evaluar de dos maneras distintas, por un lado, atendiendo los informes de las unidades en las que van destinados, que "son excelentes", y por otro lado, los resultados en las operaciones en el exterior, donde se obtiene un "resultado óptimo".

De hecho, recalca que en 25 años de operaciones en el exterior, "nunca ha habido una queja" sobre el comportamiento de los militares españoles y "eso no es fácil, porque son muchas operaciones, muchas situaciones a veces difíciles, delicadas".

Para el coronel Marcos, ello se debe a la preparación que se imparte en academias como la de Toledo.

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