La vocación de niñas y la capacidad investigadora de mujeres se abren paso

Normalizar que las niñas puedan y se vean capaces de estudiar ciencias y que las mujeres puedan llegar a ser investigadoras principales de los equipos sin tener que superar una carrera de obstáculos para ello, han sido siempre dos de los principales objetivos de las científicas
La profesora titular en la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica en el Campus Tecnológico de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Susana Seseña - EFE/Ismael Herrero
photo_camera La profesora titular en la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica en el Campus Tecnológico de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Susana Seseña - EFE/Ismael Herrero

La incorporación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, de la formación y del mercado laboral ha dado pasos de gigante en los últimos años, si bien la ciencia ha sido tradicionalmente entendida como un mundo de hombres, pero la vocación de las niñas y la capacidad investigadora de las científicas se abre paso.

Normalizar que las niñas puedan y se vean capaces de estudiar ciencias y que las mujeres puedan llegar a ser investigadoras principales de los equipos sin tener que superar una carrera de obstáculos para ello, han sido siempre dos de los principales objetivos de las científicas que este jueves 11 de febrero celebran un año más el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

De hecho, las reivindicaciones siguen siendo las mismas que las de años anteriores y lo que ha cambiado este año, debido a la pandemia del coronavirus, ha sido el formato de la celebración.

En este sentido, la profesora titular en la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica en el Campus Tecnológico de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Susana Seseña, ha explicado, en declaraciones a Efe, que la reivindicación sigue siendo "normalizar que las chicas hagamos ciencias y llegar a ser investigadoras principales de grupo".

Un mensaje que en esta ocasión llegará a colegios e institutos a través de una pantalla y de manera telemática, ante la imposibilidad de trasladarse a los centros educativos por las restricciones y prevención sanitaria ante la crisis de la covid-19, con charlas virtuales y proyección de vídeos de científicas de Castilla-La Mancha trabajando en sus laboratorios.

En esta tarea, juega un papel fundamental la Unidad de Cultura Científica e Innovación, con la que la UCLM cuenta desde el año 2019 bajo la dirección de Alberto Nájera, con la finalidad de impulsar la divulgación de la ciencia para visibilizar el trabajo de un centenar de científicos con mensajes adecuados al público en general para que conozca de primera mano en qué trabajan.

Un interés, el de la población por la ciencia, que se ha visto incrementado en el último año por la necesidad de una consecución rápida de una vacuna contra la covid-19, pero que los científicos no quieren limitar a esto sino mostrar la importancia de su trabajo y el fruto que puede verse en el futuro.

Trabajos como el de Susana Seseña, tecnóloga de alimentos y especialista en microbiología, que opina que sigue habiendo, a día de hoy, muchas diferencias entre los hombres y las mujeres científicas, sobre todo en las especialidades de ingenierías, porque hay más hombres que mujeres en las aulas y los que alcanzan puestos de investigadores principales no son precisamente las mujeres.

Por este motivo, Seseña cree que acciones como el 11F siguen siendo importantes aunque sí reconoce que en las últimas dos décadas "esa tendencia está remitiendo", aunque en España, que la actividad investigadora se concentra en las universidades y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), los puestos de responsabilidad están copados por hombres.

No obstante, ha indicado que la solución no pasa sólo por hacer políticas diferentes en este sentido sino también por que las mujeres sean capaces de conciliar, porque una carrera científica requiere de un trabajo constante y prolongado y, tradicionalmente, la mujer da un paso atrás a la hora de tener hijos y encuentra más dificultades para compatibilizar su carrera con su vida personal.

Al margen de esto, Seseña ha indicado que hay cosas que se pueden cambiar como que si "a las chicas que les gusta la ciencia, que se animen y no piensen que van a estar solas en una clase de ingeniería industrial", al tiempo que continúa la lucha por seguir rompiendo el 'techo de cristal'.

"Lo más importante es que te guste, entonces adelante porque lo vas a conseguir, por ser chica no tienes que pensar que no vas a poder con ello", diría Seseña a todas esas niñas que tienen vocación científica, porque "estudiar una carrera es duro y estudiar algo que te guste mucho te motiva y te crea un reto".

Con respecto a las dificultades para llevar a cabo una labor investigadora en condiciones óptimas, esta tecnóloga de alimentos ha señalado que, en su opinión, es importante salir fuera del país para conocer cómo se investiga fuera, puesto que los laboratorios funcionan de manera diferente.

A este respecto, ha considerado que "hay más igualdad" y la opinión de un becario en una reunión de grupo "cuenta mucho desde el primer minuto y piensan que puedes aportar mucho", mientras que el sistema en España está más "estratificado" en relación a los puestos de trabajo y es, en cierto modo, "clasista".

Además, el problema de la financiación de la investigación está muy patente, de modo que España dedica mucho menos dinero a este fin, algo que Seseña ha definido como "un lastre" y lo que ha llevado a los científicos en este país a ser "muy ingeniosos para hacer investigación muy buena con poco presupuesto", por lo que ha instado a los políticos a reconocer y hacer efectiva la importancia de invertir en investigación.

En este punto, también ha animado a las empresas a invertir en este ámbito, porque mientras en otros países las empresas se dirigen a la universidad para contratar investigadores para mejorar su negocio, en España "la transferencia centros de investigación-empresas es más compleja porque el empresario se muestra receloso a invertir", ha lamentado.

En concreto, dada su especialidad, Seseña ha apuntado que en Castilla-La Mancha hay muchas empresas agroalimentarias familiares y de tamaño pequeño que aún no se deciden por dar el salto y apostar por la Investigación y el Desarrollo (I+D) y, por tanto, no son conscientes de los beneficios que puede tener para sus negocios. 

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